En el marco del Mes del Adulto Mayor, la activista y defensora de derechos humanos Teresa Trejo hizo un llamado urgente a hijos, nietos y familiares para que reconozcan su responsabilidad legal, moral y social en el cuidado de sus adultos mayores, uno de los sectores más vulnerables de la población.
En una entrevista, Trejo recordó que, de acuerdo con la legislación de Colima, se considera adulto mayor a toda persona de 60 años y más. Destacó que existe una ley estatal que protege sus derechos, la cual establece que deben contar con una vida digna, atención médica, alimentación, respeto a su integridad física y emocional, así como protección ante cualquier forma de maltrato.
“La ley es clara: los descendientes tienen la obligación de brindar alimentos y cuidados a sus padres o abuelos cuando estos ya no pueden valerse por sí mismos. Negarles ese derecho o someterlos al abandono puede tener consecuencias civiles, como demandas por pensión alimenticia, pero también penales, si hay maltrato, violencia o incumplimiento de la obligación familiar”, explicó.
La activista, con experiencia en litigio, reconoció que uno de los errores más comunes que derivan en abandono es la decisión de heredar en vida. “Muchos padres entregan sus bienes esperando gratitud, y lo que reciben es olvido. Hijos e hijas que, una vez que se sienten propietarios, dejan a sus padres en condiciones de pobreza, soledad o incluso maltrato”.
Trejo señaló que ha conocido casos donde adultos mayores viven en condiciones inhumanas mientras sus hijos gozan de estabilidad económica, y que, en algunos de esos casos, se han promovido demandas para garantizarles una pensión alimenticia.
Ante la pregunta sobre a dónde pueden acudir los adultos mayores en situación de abandono o maltrato, indicó que hay instituciones que tienen el deber de intervenir: “Existe el Instituto para la Atención del Adulto Mayor, el DIF municipal, las Defensorías de Oficio e incluso la Fiscalía. Y es importante destacar que cualquier persona puede denunciar un caso de maltrato, no solo el afectado, ya que muchos adultos mayores ya no pueden moverse, expresarse o comprender con claridad lo que ocurre”.
En ese sentido, subrayó la corresponsabilidad ciudadana: vecinos, conocidos y familiares lejanos también pueden y deben intervenir cuando detecten casos de negligencia o violencia hacia personas mayores.
Finalmente, Teresa Trejo enfatizó que cuidar a los adultos mayores no es solo un deber legal, sino un acto de gratitud y de reconocimiento a quienes, con su esfuerzo y experiencia, han sostenido a sus familias y contribuido a la sociedad. “Los abuelos son historia, son identidad, son raíces. Respetarlos y cuidarlos no solo preserva nuestras tradiciones, también mantiene unida a la familia y fortalece el tejido social”.

