Comunidades de Armería y Cuyutlán, acompañadas por la asociación civil Defensores del Medio Ambiente y Recursos del Mañana (Demarem), solicitaron mediante un oficio dirigido a la titular del Imades (Instituto para el Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable del Estado de Colima) a las autoridades federales y estatales que se lleve a cabo una consulta previa, libre e informada antes de aprobar cualquier obra relacionada con el proyecto denominado “Desarrollo del Puerto Nuevo Manzanillo”, previsto en el vaso II de la Laguna de Cuyutlán.
Las y los habitantes advierten que el megaproyecto representa una amenaza de “ecocidio y etnocidio”, pues pondría en riesgo uno de los humedales más importantes del Pacífico mexicano, del cual dependen actividades comunitarias como la pesca, la producción salinera, la agricultura y el turismo local.
El colectivo informó que también ya entregó un documento formal a diversas autoridades, entre ellas la gobernadora de Colima, Indira Vizcaíno Silva; la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alicia Bárcena Ibarra; así como representantes municipales, legislativos y de Semarnat Colima. En todos los casos, aseguran, hubo acuse de recibido, aunque hasta ahora ninguna autoridad se ha pronunciado sobre sus demandas.
Entre los principales puntos, Demarem pide que no se aprueben obras ni cambios de uso de suelo sin consulta comunitaria real, con censo de personas afectadas, incluidos los colectivos salineros; y que se realice un estudio ambiental riguroso y con participación ciudadana.
Además, solicitan que se concrete la declaratoria de Área Natural Protegida para los vasos III y IV de la Laguna de Cuyutlán y el Estero Palo Verde.
Finalmente, Demarem hizo un llamado a los medios de comunicación y a la sociedad colimense para visibilizar esa problemática, subrayando que la defensa de la laguna trasciende lo local y constituye una causa de interés nacional.

