La defensa del expresidente brasileño Jair Bolsonaro, en prisión domiciliaria, negó este viernes ante la Corte Suprema el incumplimiento de las medidas cautelares impuestas y un posible riesgo de fuga, y tildó de “político” el informe policial que acusa al líder ultraderechista de intentar obstruir el juicio por golpismo.
Los abogados del exmandatario respondieron a una petición del juez del Supremo Alexandre de Moraes, instructor del caso y quien exigió explicaciones en un plazo de 48 horas ante la “reiteración de conductas ilícitas”, después de encontrar en el celular de Bolsonaro (2019-2022) un pedido de asilo al Gobierno argentino.
A una hora de que terminara el plazo, los letrados señalaron en su escrito que “un borrador de pedido de asilo al presidente argentino” de febrero de 2024 “no puede ser considerado un indicio de fuga”.
Alegaron también que, desde el inicio de las investigaciones, Bolsonaro cumplió todas las resoluciones dictadas por la Justicia y acusaron a la Policía de dar a entender “en Brasil y en el exterior” que el exgobernante “planeó una fuga”.
“Nada más falso y nada más impactante, cuando faltan poco más de 10 días para el juicio” por intento de golpe, que empezará el 2 de septiembre, apuntó la defensa.
El pedido de explicaciones se enmarca en una pieza separada en la que se investiga a Bolsonaro y a su hijo, el diputado Eduardo, por supuestamente intentar tumultuar el juicio por intento de golpe a través de acciones coordinadas con la Administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
En las conclusiones de esa indagación, la Policía Federal presentó cargos el miércoles contra ambos por un delito de “coacción” y “tentativa de abolición del Estado democrático de derecho mediante la restricción al ejercicio de los poderes constitucionales”.
La defensa de Bolsonaro afirmó, sin embargo, que las conclusiones de la Policía no traen hechos nuevos e insistió en que su cliente “no ha incumplido ninguna de las cautelares impuestas en el último año y medio”.

