El propietario del Olympique de Marsella, el multimillonario estadounidense Frank McCourt, mostró un claro respaldo al presidente del club, el español Pablo Longoria, que dio un paso atrás de su puesto ante las amenazas recibidas por grupos de aficionados.
Tres días después de esos hechos, McCourt, que se encuentra en Estados Unidos, rompió su silencio a través de un comunicado en el que mostró su apoyo “firme” a Longoria y su equipo y aseguró que busca la manera de que reintegren sus puestos.
La tensión con los aficionados, expresada en una reunión con sus líderes el pasado lunes, provocó la dimisión del entrenador, el también español Marcelino García Toral, y provocó que el presidente dejara en suspenso su cargo, a disposición del propietario.
En una entrevista al diario local La Provence, Longoria aseguró estar viviendo “el peor momento” de su vida.
“Apoyar a la directiva, al personal y a los jugadores del Marsella, que son los garantes del éxito continuo de nuestro club, es y seguirá siendo mi prioridad absoluta. Este apoyo implica la garantía de su seguridad y de una atmósfera sana, propicia para la victoria”, indica McCourt.
El promotor inmobiliario de Boston, propietario del club desde 2016, atacó con dureza a los aficionados, a quienes acusó de haber provocado la dimisión de Marcelino y consideró su comportamiento “inaceptable”.
“Desgraciadamente no es el único ejemplo de comportamiento que va en contra de la misión de nuestro club. Nuestro objetivo es ganar en el terreno de juego, unir e inspirar al pueblo marsellés. El incidente del lunes solo es uno de tantos que minan los cimientos y el buen funcionamiento del club y dificultan mucho la consecución de nuestros objetivos”, agregó.
McCourt puso en 2021 la gestión del Marsella en manos de Longoria, quien emprendió una profunda renovación de todo el club, lo que le ha creado muchos enemigos en la ciudad.
Bien acogido en un primer momento por la grada, el gestor español ha visto como las críticas del Estadio Velódromo han ido creciendo hasta la ruptura del pasado lunes, cuando los representantes de aficionados exigieron su dimisión.
Aunque en las últimas horas el dirigente ha recibido un gran respaldo en las redes sociales, mientras que se ha convocado una manifestación de apoyo.
Mientras que Longoria relata que recibió amenazas, otros participantes en el encuentro lo niegan y afirman que solo le pidieron que abandonara el puesto.
McCourt acepta la versión de su dirigente y señala que el encuentro fue “una demostración alarmante de agresión” en la que la directiva “fue objeto de amenazas de violencia”.
El propietario respaldó la gestión del presidente, de la que dijo sentirse “orgulloso” y defendió los profundos cambios introducidos “necesarios para dar al club una auténtica oportunidad de desarrollarse sin trabas a largo plazo”.
Indicó que esta transformación precisa “del apoyo colectivo fuerte, en el interior y en el exterior” del club, como manera de “conservar la identidad” del Olympique y “construir un club de la estatura que los aficionados y la ciudad de Marsella merecen”.
La intervención de McCourt se produce el mismo día en el que el equipo juega su primer partido de la Liga Europa en Amsterdam contra el Ajax y a pocos días de que se enfrente, este domingo, contra el París Saint-Germain en el Parque de los Príncipes.