En la Universidad de Colima (UdeC) entendemos que la educación no se limita a las aulas ni a la investigación; también se construye con gestos de humanidad y compromiso social. La reciente entrega de más de 700 útiles escolares a la Junta de Asistencia Privada por parte del Voluntariado Universitario es una muestra clara de ello: la solidaridad que nace de la comunidad académica puede convertirse en una herramienta transformadora para la niñez y la juventud colimense en situación de vulnerabilidad.
El Voluntariado, encabezado por Blanca Liliana Díaz Vázquez, ha demostrado una vez más que el quehacer universitario se guía no solo por el conocimiento, sino también por los valores. La campaña “Útiles para ayudar” convocó a estudiantes, docentes, trabajadores y egresados, quienes respondieron con generosidad.
No es casualidad: nuestra institución se ha distinguido por tener un profundo sentido de responsabilidad social, que hoy encuentra eco en el rostro de niñas, niños y adolescentes que podrán iniciar el ciclo escolar con mejores condiciones.
El gesto va más allá de la entrega material. Significa, ante todo, reconocer que la educación digna comienza con lo básico: un cuaderno, un lápiz, una mochila. Son objetos sencillos, pero cargados de significado, porque abren la puerta a la posibilidad de aprender, soñar y construir un futuro diferente.
Cada donación recibida es también un mensaje de aliento y esperanza, una forma de decirles a esos estudiantes que no están solos y que cuentan con una comunidad universitaria dispuesta a acompañarles en su camino.
Ese esfuerzo, articulado con la Junta de Asistencia Privada que encabeza María Elvira Ceballos Acosta, fortalece el entramado social de Colima. Nos recuerda que la cooperación entre instituciones educativas y organismos civiles no solo es posible, sino necesaria, para atender de manera justa y equitativa a quienes más lo necesitan.

