El Abierto de Estados Unidos marcó un nuevo hito en la historia del tenis al repartir 90 millonesde dólares en premios, lo que representa un aumento del 20%respecto a 2024 y el mayor monto jamás otorgado en un torneo de este deporte.
Carlos Alcaraz y Aryna Sabalenka, números 1 del Mundo en la ATP y la WTA, se llevaron 5 millones de dólares cada uno por sus títulos, estableciendo un nuevo récord económico en el circuito. La cifra supone un incremento del 39 % frente a los 3,6 millones que el año pasado cobraron Jannik Sinner y la propia Sabalenka.
El único evento que supera este premio es el torneo de exhibición 6 Kings Slam en Arabia Saudita, que ofrece 6 millones de dólares al campeón y reparte un total de 13.5 millones entre 6 participantes.
Por compararlo con el resto de “grandes” este 2025, Wimbledon entregó unos 4.05 millones de dólares, Roland Garros 3 millones de dólares y el Abiertos de Australia 2.3 millones de dólares.
En total, Wimbledon repartió entre los jugadores 72.5 millones de dólares, Roland Garros 66.3 millones de dólares y Melbourne 63.6 millones de dólares.
Volviendo a Nueva York, el Abiertos de Estados Unidos entregó 2.5 millones de dólares a cada finalista –Sinner en el masculino y Amanda Anisimova en el femenino-, otro aumento del 39%, 1.26 millones para los semifinalistas (+26%), 660 mil por alcanzar los Cuartos de Final (25%) o 400 mil (+23%) por llegar a Octavos.
Solo por participar en el cuadro principal el cheque fue de 110 mil dólares.
Nueva York también marcó récords en los cuadros de dobles. Los premios para los ganadores del masculino (el argentino Horacio Zeballos y el español Marcel Granollers) y del femenino (la canadiense Gabriela Dabrowski y la neozelandesa Erin Routliffe) fueron de 1 millón de dólares por pareja.
También se embolsaron 1 millón de dólares los italianos Sara Errani y Andrea Vavassori, campeones del dobles mixto, un torneo que este año estrenó un nuevo formato de 2 días que atrajo a las grandes estrellas del circuito y que logró llenar el Arthur Ashe Stadium -23 mil asientos, el más grande del Mundo dedicado al tenis– para un evento que normalmente suscitaba poco interés.
Dentro de los 90 millones de dólares, el Abierto de Estados Unidos destinó cerca de 5 millones a cubrir los gastos de viaje y alojamiento de los jugadores, ofreciendo mil dólares para el traslado y 2 habitaciones de hotel, o bien 600 dólares diarios para hospedaje.
Con sus cheques de 5 millones de dólares cada uno, Alcaraz alcanzó los 53.48 millones en ganancias obtenidas únicamente por premios en el circuito, mientras que Sabalenka elevó su total a 42.3 millones de dólares.

