El expresidente brasileño Jair Bolsonaro negó cualquier violación a la Constitución en respuesta a la filtración de una confesión en la que su entonces edecán lo acusa de haber propuesto un plan golpista a altos oficiales de las Fuerzas Armadas para impedir el regreso al poder del progresista Luiz Inácio Lula da Silva.
El líder ultraderechista, en un comunicado divulgado por sus defensores, afirmó que, durante su Gobierno (2019-2022) nunca toleró cualquier movimiento o proyecto que no tuviese respaldo a la ley.
Bolsonaro “jamás adoptó cualquier actitud que afrontase los límites y garantías establecidas por la Constitución”, según el mensaje divulgado por Fábio Wajngarten, uno de sus abogados.
Pese a que no cita el motivo de la divulgación del comunicado, el mismo se conoce poco después de que algunos portales de noticias filtraron apartes de la confesión que el entonces edecán de Bolsonaro, el teniente coronel Mauro Cid, concedió a la Policía Federal a cambio de beneficios judiciales.
En su confesión, según la versión divulgada, Cid asegura que el líder ultraderechista convocó a una reunión con los jefes de las Fuerzas Armadas y otros militares para presentarles un plan golpista.
Según el exedecán, tras negarse a reconocer la victoria de Lula en las elecciones presidenciales de octubre pasado, el entonces jefe de Estado les presentó a los militares un plan para convocar a nuevas elecciones y arrestar a sus adversarios.
Cid relató que, pese a que el entonces comandante de la Marina, almirante Almir Garnier Santos, al parecer aprobó la propuesta de Bolsonaro, los demás oficiales la rechazaron, por lo que el mandatario se quedó sin el respaldo de los militares a sus planes.
El ministro de Defensa de Brasil, José Múcio, afirmó este jueves que el relato demuestra que, con excepción de algunos casos aislados, los militares no aceptaron las propuestas golpistas y garantizaron el Estado de derecho en Brasil.
En el mismo comunicado e igualmente sin citar a Cid, la defensa de Bolsonaro agrega que “adoptará las medidas judiciales correspondientes contra cualquier manifestación calumniosa”.
Afirma igualmente que aún no ha tenido acceso a la confesión premiada del exedecán para poder comentarla debido a que, pese a su filtración por la prensa, está protegida por el secreto judicial.
Pese a sus negativas, Bolsonaro es investigado por diferentes ataques contra la Constitución debido a que en diferentes oportunidades defendió ataques contra las instituciones y puso en duda la fiabilidad del sistema electoral brasileño.
En junio pasado el Tribunal Superior Electoral lo condenó a un período de inhabilitación política de 8 años por divulgar mentiras sobre el sistema electoral.
Cid fue arrestado en mayo por otro asunto que lo involucra en un esquema para falsificar el certificado de vacunación contra el Covid-19 que le permitió a Bolsonaro viajar al exterior, pero recibió la libertad condicional en septiembre tras acordar colaborar con la Justicia.
Sus declaraciones pueden complicar la situación de Bolsonaro en la investigación sobre la invasión el 8 de enero de las sedes del Ejecutivo, del Congreso y del Supremo Tribunal Federal (STF) por parte de una turba de seguidores del exmandatario que pretendía forzar un golpe contra Lula.