El juez federal Timothy James Kelly, del Tribunal de Distrito de Columbia, prolongó hasta el martes 16 de septiembre de 2025 la orden que prohíbe a la Administración de Donald Trump deportar a niños y adolescentes guatemaltecos no acompañados que se encuentran bajo custodia migratoria en Estados Unidos.
Las autoridades migratorias estadounidenses pretendían repatriar a 76 menores, quienes ya estaban en un avión con destino a Guatemala, y contaban con una lista de 327 menores “elegibles” para ser retornados.
Los abogados de los menores alegaron que la deportación violaba el debido proceso legal, ya que muchos de los niños tienen casos migratorios pendientes o cuentan con familiares en territorio estadounidense.
El juez Kelly ordenó que las autoridades no transfieran ni repatríen a ninguno de los menores involucrados mientras se analiza el fondo del caso. “Se ordena que los acusados no faciliten el transporte de ninguno de los demandantes”, enfatizó el fallo.
El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, anunció el 1 de septiembre que su gobierno está dispuesto a recibir hasta 150 menores no acompañados por semana, siempre que se respete su situación jurídica.
La Oficina de la Administración para Niños y Familias (del Departamento de Salud y Servicios Humanos) reportó en agosto que tenía bajo custodia a 2,011 menores no acompañados, aunque no precisó sus nacionalidades.
El caso revivió el debate sobre los derechos de la niñez migrante y el cumplimiento del Acuerdo Flores, vigente desde 1997, que prohíbe retener a menores indocumentados por más de 20 días y garantiza su seguridad.
Esta decisión judicial representa un freno temporal a los planes de deportación masiva de menores por parte de la administración republicana, y refuerza la exigencia de respetar los derechos humanos de la niñez migrante.
