El gobernador de Texas, Greg Abbott, autorizó el uso de tropas de su Guardia Nacional a otros estados, como Oregón o Illinois, a petición del presidente Donald Trump.
En una serie de publicaciones en X, el político ultraconservador indicó que autorizaba al Gobierno federal a disponer de hasta 400 efectivos de la Guardia Nacional para “dar protección a los agentes federales”.
En la última semana, la Administración de Trump ha enviado a cientos de agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés) a Chicago, Illinois, donde han llevado a cabo redadas en lugares de trabajo y viviendas, arrestando tanto a migrantes -con y sin documentos legales- como a ciudadanos estadounidenses.
Sin embargo, aún no está claro si el despliegue de la Guardia Nacional de Texas a otros estados será efectivo porque, a última hora el domingo (5), un juez federal emitió un fallo prohibiendo temporalmente el envío de tropas a Oregón.
El Pentágono también ejerció presión y pidió en un memorando al Gobierno de Texas que coordinara el envío de efectivos a Chicago con el objetivo de “proteger a los agentes de ICE y a otros miembros del personal federal” en “sitios donde han tenido lugar u ocurrirán protestas violentas”.

