Un grupo cívico surcoreano está dialogando con representantes de Pyongyang para tratar de revivir la Copa Ari en Corea del Norte, un torneo internacional de futbol juvenil que llegó a servir como el “único canal de intercambio” entre las 2 Coreas en momentos de alta tensión.
“La Copa Ari fue, durante más de 10 años, prácticamente el único canal de intercambio intercoreano que continúo incluso cuando las conversaciones políticas y militares han estado completamente paralizadas”, dijo a EFE un legislador del gobernante Partido Democrático, Heo Young.
La Asociación de Intercambio Deportivo Intercoreano informó, durante un evento, que este julio sostuvo discusiones a puerta cerrada en China con el Club Deportivo del 25 de abril de Corea del Norte, para reactivar la Copa Ari.
Este torneo Sub 15, concebido para promover intercambios entre ambas Coreas, ha demostrado en el pasado ser mucho más que una competencia juvenil.
Durante los periodos de mayor tensión, como a finales de 2017, llegó a funcionar como el único canal operativo de comunicación entre ambas Coreas. Esto permitió la participación de Pyongyang en los Juegos Olímpicos de Invierno celebrados en Corea del Sur en 2018, lo que contribuyó al posterior deshielo intercoreano.
El legislador Heo dijo que, teniendo en cuenta la ausencia de intercambios entre Seúl y Pyongyang desde 2021, es probable que haya dificultades para la cooperación. El torneo cuenta no obstante con el respaldo de la parte surcoreana, dijo, dejando en Pyongyang la última palabra.
Heo explicó que Corea del Norte ya aseguró ser el anfitrión del Campeonato Asiático Juvenil de Tenis de Mesa de 2026 y del Campeonato Asiático de Tenis de Mesa de 2028. Unos eventos que, junto con la Copa Ari si llega a materializarse, pueden servir como oportunidades para crear momentos de intercambios intercoreanos y cooperación.
El anuncio de la asociación llegó el mismo día en que el presidente surcoreano, Lee Jae-myung, subrayó que las relaciones entre las 2 Coreas se han vuelto extremadamente “hostiles y conflictivas”, urgiendo a Pyongyang a celebrar una reunión militar para evitar enfrentamientos fronterizos accidentales.
Pese a la postura de reconciliación intercoreana de Lee, que tomó posesión en junio, Pyongyang rechazó cualquier diálogo con el Sur, por lo que la potencial realización del torneo podría ser la primera oportunidad concreta de restablecer contactos con el Norte.
La Copa Ari fue inaugurada en 2014 en la ciudad surcoreana de Yeoncheon, a la que siguió un año después una segunda edición en Pyongyang. China acogió en 2017 un nuevo torneo, que tuvo su última edición en 2018 ya en Corea del Sur.
El plan para organizarla en la ciudad norcoreana de Wonsan en 2019 quedó suspendido por la pandemia y desde entonces no se ha vuelto a celebrar en medio del deterioro de las relaciones intercoreanas.

