La NFL y su Asociación de Jugadores anunciaron este jueves (04) que los 32 equipos deberán contar con campos aprobados bajo nuevas métricas y modelos de césped a partir de la temporada 2028, una medida diseñada para disminuir la incidencia de lesiones graves.
“Este es un gran paso para nosotros. Queremos asegurarnos de apoyar a nuestros equipos y atletas para que cada campo de nuestra liga cumpla con los requisitos que creemos están en constante evolución y son los correctos”, afirmó Nick Pappas, director de campo de la NFL.
En la actualidad, 17 franquicias juegan en 15 estadios con superficies artificiales; Giants y Jets comparten el MetLife Stadium en Nueva Jersey, mientras que Chargers y Rams lo hacen en el SoFi Stadium de California. Otros 13 equipos compiten sobre césped natural y 2 en campos híbridos.
Las quejas por la dureza y el comportamiento del césped sintético han aumentado en los últimos años, con jugadores señalando su relación con desgarros, roturas de ligamentos, lesiones de tendón de Aquiles y conmociones. El MetLife Stadium figura entre los recintos más criticados desde 2020, cuando estrenó su superficie artificial y acumuló 16 lesionados, entre ellos Aaron Rodgers, Jaelan Phillips y Al Woods. En la presente campaña, Josh Jacobs sufrió un giro de rodilla y Malik Nabers se rompió el ligamento cruzado anterior.
Aunque la liga mantendrá la opción de césped artificial, natural o híbrido, estos deberán seleccionarse de un catálogo avalado por tecnologías Best y Strike, herramientas que miden tracción, movimientos y firmeza del terreno. La Asociación de Jugadores celebró el avance al subrayar que la preferencia por el césped natural ha encontrado eco en políticas que apuntan a campos más seguros.

