Una ballena jorobada murió tras encallar en las costas de Tabasco, donde la comunidad pesquera de la playa del municipio de Cárdenas luchó desde ayer por rescatar al animal, cuya especie no es común en la zona.
“Ya murió, desafortunadamente no aguantó más”, reportó a medios locales el coordinador del Instituto de Protección Civil del estado de Tabasco (IPCET), Mauro Winzing Negrín.
El animal, que pesa un estimado de entre 5 y 7 toneladas, y mide unos 7 metros de largo, sorprendió a los habitantes, pues no es común ver esta especie de mamíferos en sus playas.
La comunidad se unió para realizar las tareas de rescate, pero el oleaje impidió devolverla al mar por la presencia de un viento del norte.
Winzing Negrín agregó que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) del Gobierno federal y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) investigarán las causas del fallecimiento, así como las tareas pertinentes para el retiro de sus restos.
Gustavo Carmona, funcionario de Protección Civil municipal en Cárdenas, manifestó que el ejemplar marino encalló el lunes y que su vida estaba “comprometida”.
Para el biólogo Arturo Garrido, la presencia del cetáceo es “excepcional” en la costa del Golfo de México, pues su monitoreo de comportamiento, avistamiento y desplazamiento, son objeto de estudio en el océano Pacífico, muy al sur de las costas de Oaxaca.
“Ni en esta zona ni en ninguna otra (costa del Golfo de México). No es zona de movimiento frecuente”, sostuvo el director de la división académica de ciencias biológicas de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.
El especialista atribuyó las causas del fallecimiento a la “desorientación”, un fenómeno similar en delfines y ballenas cuando “pierden la orientación mar adentro y erróneamente se dirigen a la costa, quedan varadas y ahí mueren”, explicó.