Sin Messi no hay fiesta en el Inter Miami. El campeón del mundo se perdió su cuarto partido consecutivo por lesión y su equipo fue arrollado 4-1 en su visita liguera al Chicago Fire en un estadio Soldier Field repleto con 62,124 espectadores.
Messi no viajó a Chicago a la espera de ultimar su proceso de recuperación por un problema muscular sufrido el 20 de septiembre. Ya había estado de baja en la final de la Copa, perdida contra el Houston Dynamo, y con esta caída el Inter Miami bajó a la penúltima plaza del Este de la MLS, con 33 puntos, a 5 de los puestos de playoffs y a falta de 3 jornadas para el final.
El equipo dirigido por Gerardo Tata Martino tiene un partido menos que el New York City y el Montreal, pero sus opciones de remontada se redujeron notablemente en Chicago, donde el Fire desnudó sus límites defensivos y goleó con dobletes de los suizos Maren Haile Selassie y de Xherdan Shaqiri.
El calendario de Miami prevé un duelo como local contra el Cincinnati, el mejor equipo de la MLS y ya ganador del Supporters Shield, y un doble cruce con el Charlotte, un equipo que también pelea por una plaza en la postemporada. Una de las 2 citas se disputará durante la Fecha FIFA, en la que el Inter Miami perderá a 12 jugadores, incluido, con toda probabilidad, Messi.
El Fire, un equipo que hasta este momento había vivido una temporada marcada por más disgustos que alegrías, dio un gran paso hacia los playoffs y es ahora octavo, con 40 puntos.
Solo fue cuestión de tiempo porque la defensa del Inter Miami sufre habitualmente para contener los ataques rivales y, sin dinamita en la delantera, esa fragilidad le pasó factura.
Eso sí, después de que Shaqiri adelantara al Fire en el 49’ y de que Josef Martínez desde el punto de penalti igualara, el Inter Miami tuvo 2 minutos que pudieron cambiar la historia del choque. Facundo Farías y Cremaschi desaprovecharon unas magníficas asistencias de Martínez y ahí acabaron las opciones de su club.
Haile Selassie, recién saltado al campo, firmó un doblete en 4 minutos (m.62 y m.66), y Shaqiri, al contragolpe, se paseó ante la defensa de Miami y fulminó al meta con un zurdazo raso.
El Soldier Field fue vaciándose en los últimos minutos y se vieron muchas camisetas rosadas del Inter Miami abandonar el coliseo, decepcionadas por una derrota que pone en seria duda la posibilidad de prolongar la temporada del club más allá de la etapa regular.