La Iglesia mexicana pidió que las autoridades consideren su propuesta sobre una Agenda Nacional de Paz, que a través de 7 acciones busca reducir la violencia que se vive actualmente.
“Es una gran propuesta para transformar la conciencia social, alejándola de la cultura de violencia, y abrazar una cultura del cuidado que reafirme el valor de la vida, la dignidad humana, la fraternidad y la casa común”, señaló el episcopado mexicano en su editorial dominical Desde la Fe.
Esa Agenda, que surgió en el Diálogo Nacional por la Paz celebrado en Puebla en el mes de septiembre, propone siete acciones “elementales” para alcanzar la paz.
Entre ellas, replicar buenas prácticas en materia de seguridad, justicia y desarrollo social; influir en políticas públicas fundamentales; impulsar la propia Agenda Nacional de Paz en el ámbito político e involucrar a las universidades en los programas de desarrollo social y paz.
Además de atender factores de riesgos para los jóvenes; promover la participación ciudadana en nuevas formas de Gobierno, y exigir la coordinación efectiva de las fuerzas de seguridad para vivir en paz.
Señaló que esta agenda “es un invaluable” instrumento que debe incidir en todos los ámbitos de la vida social “ya que explica con claridad cómo hemos llegado hasta este punto de violencia, cómo construir la paz y por dónde comenzar”.
Con ello buscan crear “un profundo cambio de conciencia” a partir de nuevos horizontes basados en la solidaridad comunitaria y el restablecimiento de lazos de confianza y colaboración, “tanto de las personas entre sí, como de ellas con sus instituciones”.
Además, la agenda ofrece una serie de recomendaciones y principios indispensables para trabajar en la construcción de la paz en México “para superar la desesperanza y la división social, así como para restaurar las capacidades de personas e instituciones dedicadas a cuidar, proteger e impartir justicia”.
Asimismo, la Iglesia mexicana propone la conformación de la Red Nacional de Paz, a través de la cual se busca articular las iniciativas de paz que ya se realizan o se quieren realizar.
“Esta red, construida en tres niveles -nacional, estatal y local- involucra a familias, escuelas y comunidades, pero también a las autoridades de Gobierno, políticos, académicos, estudiantes, sociedad civil, colectivos y todas aquellas organizaciones sociales que quieran ser artesanos de paz”, enfatizó.
La Iglesia dijo que espera la respuesta de las autoridades de Gobierno para sumarse a este documento. “Tenemos confianza en que lo lograremos”, concluyó.