El Líbano despidió al camarógrafo de la agencia Reuters Issam Abdalá con una ceremonia y una concentración para denunciar el ataque que el pasado viernes acabó con su vida en el sur del país, además de herir a otros periodistas mientras cubrían el estallido de violencia.
Este mediodía, decenas de periodistas y amigos de Abdalá se congregaron frente a una de las oficinas de la ONU en Beirut para denunciar el ataque, portando fotografías del reportero y panfletos en los que se podían leer lemas como “Matar periodistas es un crimen de guerra”.
Hace 2 días, el joven fue alcanzado por un proyectil que el Líbano asegura fue lanzado por Israel contra el área libanesa de Alma al Shaab, donde también sufrieron heridas otros periodistas de Reuters, la agencia francesa AFP y el canal catarí Al Yazira.
El Estado judío se ha limitado a decir que todavía no está claro cómo fueron alcanzados.
Entre los participantes en la concentración estuvo Jad Shahrour, que además de amigo del fallecido es responsable de comunicación en la Fundación Samir Kassir, dedicada a la defensa de los valores democráticos y la libertad de prensa en el mundo árabe.
Shahrour explicó a EFE que durante los últimos 3 días ha trabajado con compañeros de la Fundación para documentar “todas las violaciones ocurridas contra periodistas en Palestina” y a las que se suma el fallecimiento de Abdalá, “la más difícil” que ha tenido que subir a la web.
“Lo último que me esperaba es que una violación que yo contabilizaría fuese a llevar el nombre de mi amigo Issam Abdalá, que fue asesinado por Israel al atacar un punto con periodistas de 3 equipos de prensa (…) Issam cayó mártir informando de la verdad”, dijo en declaraciones a EFE.
Los asistentes a la concentración encendieron velas por Abdalá, y posteriormente se unieron a cientos de personas que acudieron a una ceremonia celebrada en la capital a modo de despedida y para dar el pésame a la familia de la víctima.
Beirut se volcó con la causa hasta el punto de que la estancia, con capacidad para alrededor de medio centenar de personas, se volvía a llenar hasta los topes con un nuevo grupo de asistentes cada vez que el anterior abandonaba la sala.
Entre las personas que acudieron a dar el pésame a la familia estuvieron algunos de los otros periodistas que resultaron heridos el pasado viernes.
“Les atacaron de forma directa, estaban en una zona verde con sus trípodes y cámaras, llevando sus protecciones de prensa y cascos (…) Israel quiere eludir la verdad y ahora él es el héroe de su propia historia, un mártir”, zanjó a EFE el hermano del camarógrafo fallecido y también periodista Ali Abdalá.