El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, y el presidente electo, Daniel Noboa, se reunieron por primera vez en el palacio presidencial de Carondelet para comenzar una transición que llevará al joven empresario ganador de las elecciones a un corto mandato, hasta mayo de 2025.
Tras llegar a la casa de Gobierno, Noboa saludó desde sus balcones a cientos de seguidores que llegaron hasta el centro histórico de Quito para demostrarle respaldo.
Lasso felicitó a Noboa por el “nítido triunfo”, así como por la campaña electoral “muy alegre” y “en paz”, y destacó la importancia de “iniciar lo más pronto posible un proceso de transición ordenada”.
A su turno, Noboa apuntó que el suyo es un “proyecto renovador que se enfoca en los más desatendidos en este momento en la nación”.
Comentó que el periodo de transición será “muy importante para la democracia” y debe ser una transición correcta con “cooperación real”.
País con varias crisis
El analista económico Alberto Acosta-Burneo sostiene que Noboa recibirá un país con crisis productiva, pues -en su opinión- la inversión en el sector se ha detenido por las trabas legales, el activismo ecológico y el exceso regulatorio.
Además, una crisis social ya que “hoy hay 600 mil empleos adecuados menos que en 2014” y se ha desatado una nueva oleada migratoria, pues “salieron 82 mil ecuatorianos en 2021 y 114 mil en 2022”.
Asimismo, deberá enfrentar una crisis fiscal pues el déficit de 2023 podría estar cerca de los “5 mil millones de dólares”, a lo que se suma una brecha adicional con el cierre del cuarto bloque petrolero de Ecuador, como resultado de una consulta popular.
Esto podría provocar una tensión “por el Gobierno tratando de pasar las cuentas a los ciudadanos vía más impuestos con mayores precios de los combustibles”, especuló.
Inversión
Acosta-Burneo considera que en el Gobierno, Noboa tiene que impulsar la inversión productiva: destrabar los permisos ambientales, eliminar barreras de entrada a nuevos actores y construir competitividad.
Además, trabajar por la calidad en servicios públicos, con prioridad en salud, educación y seguridad, y “reducir todo lo demás”, así como crear mecanismos para mejorar la transparencia.
Pero una de las crisis más acuciantes es la de inseguridad pues, en medio de una ola de violencia atribuida al crimen organizado, Ecuador puede terminar este año entre los 3 más violentos de Latinoamérica, con una tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes, que pueden rondar los 40 a final de este 2023.
Entre otras acciones, Noboa pretende cortar esa tendencia con un mayor control fronterizo, la aplicación del denominado “Plan Fénix”, que incluye el uso de alta tecnología, así como con la militarización de los puertos por donde sale a Estados Unidos y a Europa la cocaína que llega principalmente de Colombia, pero también de Perú.
Además, también busca poner en práctica su programa enfocado en la juventud, el empleo y la creación de oportunidades, que incluye planteamientos como beneficios tributarios a las empresas que contraten personas.
Asamblea fragmentada
El analista político César Ulloa apunta que en lo político, el reto de Noboa está en poder concretar, con una Asamblea Nacional nuevamente fragmentada, la aprobación de leyes con carácter de urgente.