El Grupo de Trabajo para la Emergencia en Siria anunció la llegada de un segundo envío humanitario al campamento para desplazados sirios de Rukban, ubicado en tierra de nadie en la frontera entre Siria y Jordania, y que no había recibido cargamentos significativos desde 2019.
La organización estadounidense, que ya entregó hace una semana una primera tanda de asistencia, confirmó en su cuenta de Twitter la llegada del “segundo envío con ayuda humanitaria a Rukban” y explicó que la distribución fue llevada a cabo “con apoyo del Ejército de Estados Unidos a través del Programa Denton”.
Ese programa del Pentágono transporta ayuda donada por ONG e individuos estadounidenses en aeronaves pertenecientes a las fuerzas del país, en este caso valiéndose de que Washington mantiene una estratégica base militar cerca de la triple frontera entre Siria, Jordania e Irak.
En un documento de preguntas y respuestas, el Grupo de Trabajo reconoció que “las tropas estadounidenses en Al Tanf mayormente habían evitado involucrarse en el cerco a Rukban” y explicó que el desenlace exitoso se ha producido tras “2 años” de presión por parte de la organización.
El campamento, ubicado al sur de Siria y en el que se estima residen unas 8 mil personas desplazadas, en su mayoría mujeres y niños, no había recibido ningún cargamento humanitario de envergadura desde 2019, cuando entró al recinto el último convoy de la ONU.
Diversas ONG atribuyen la situación a un “asedio” presuntamente implementado por las tropas leales al presidente sirio, Bachar al Asad, y que tendría como objetivo forzar a los desplazados residentes en Rukban a que regresen a las áreas del país bajo el control de Damasco.
Por su parte, las autoridades jordanas no consideran el área en que se ubica el campamento como parte de su territorio.
“Pese a la presencia de Al Asad, Irán y Rusia (aliados del Gobierno sirio) en las cercanías del campo, el Grupo de Trabajo para la Emergencia en Siria sigue comprometido a proporcionar ayuda hasta que se presente una solución política al asedio”, afirmó la organización en su documento de ayer.
Casi 7 millones de personas permanecen desplazadas en Siria más de 12 años después del estallido del conflicto, en su mayoría hacinadas en campos y asentamientos con acceso limitado a servicios básicos, y el 90% de la población del país vive por debajo del umbral de la pobreza.
