Aproximadamente 6 millones de personas se encuentran actualmente en situación de necesidad en la zona noreste de Nigeria, advirtió hoy en rueda de prensa la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.
Esta cifra supone un empeoramiento con respecto a los 5.5 millones de personas que registró la organización el año pasado.
“Debemos actuar con rapidez para evitar que la situación se vuelva aún más catastrófica”, subrayó el coordinador de la oficina en el país africano, Matthias Schmale, a los medios acreditados ante la ONU en Ginebra.
Schmale anunció además que, entre junio y agosto, se estima que 4.3 millones de personas padecerán hambre severa en los 3 principales estados del noreste nigeriano (Borno, Adamawa y Yobe), frente a los 4.1 millones contabilizados el año pasado en la misma época.
De este total, más de 500 mil personas se encuentran a un paso de la hambruna.
Además, el coordinador de la oficina nacional de la ONU reveló que la cifra de niños con menos de 5 años en riesgo de desnutrición aguda grave es 4 veces superior a la de 2021, alcanzando los 700 mil menores.
“He visto a madres luchando por la vida de sus bebés desnutridos en centros de estabilización”, confesó Schmale.
El coordinador también puso el foco en las mujeres y niñas del país africano, que representan el 55% de los desplazados internos y se enfrentan a mayores riesgos de violencia como secuestros, violaciones y abusos sexuales.
Schmale destacó que otro factor que dificulta la intervención humanitaria es la crisis climática, con unas inundaciones el año pasado que afectaron a más de 4.4 millones de personas y dañaron 676 mil hectáreas de cultivo del país.
El aumento del precio de los alimentos, los combustibles y los fertilizantes, así como los controles ilegales de vehículos y los ataques con explosivos improvisados son otros de los principales problemas que acucian esta crisis.
En este sentido, el coordinador demandó la colaboración de las autoridades civiles y militares para ampliar las zonas que son seguras y facilitar la libertad de movimiento de los civiles que busquen protección y ayuda humanitaria.
El Plan de Respuesta Humanitaria previsto por la oficina de la ONU para el noreste de Nigeria solicitó 1,300 millones de dólares para 2023, de los cuales sólo ha conseguido un 25% (336.7 millones) hasta el momento.
“Las personas afectadas necesitan urgentemente más fondos para poder tratar a los niños gravemente desnutridos y evitar que más menores enfermen”, concluyó Schmale.