Un polémico penalti sobre Athenea del Castillo a falta de 11 minutos para el final y que Olga Carmona, autora de un doblete, se encargó de transformar en el definitivo 2-2 permitió al Real Madrid arrancar su andadura en la Liga de Campeones femenil con un empate ante un Chelsea que fue superior.
Líderes invictas de la Liga inglesa, las jugadoras del Chelsea parecieron saltar al césped del Alfredo Di Stéfano dispuestas a dejar claro que, al menos a día de hoy, siguen un peldaño por delante del conjunto blanco en el escalafón europeo.
Tal y como quedó claro la pasada campaña, en la que el conjunto inglés se impuso por 2-0 en Londres y empató 1-1 en su visita a Madrid en los 2 encuentros que disputó con las de Alberto Toril en la Liga de Campeones.
Una estadística que las de Emma Hayes, que abandonará a final del curso el banquillo del Chelsea para dirigir a la Selección de Estados Unidos, se mostraron dispuestas a prolongar en un arranque de partido en el que se mostraron claramente superiores al Real Madrid.
Aferradas a la verticalidad de la sueca Johanna Rytting Kaneryd, infatigable durante todo el encuentro, el conjunto londinense puso a prueba desde el pitido inicial la fiabilidad de la zaga blanca.
En especial la de lateral Olga Carmona, que no sólo tuvo que lidiar con las internadas de la jugadora sueca, sino también de la mediapunta Francesca Kirby y la delantera australiana Samantha Kerr, que cayeron una y otra vez a la banda derecha.
De hecho, Carmona tuvo que emplearse a fondo a los 4 minutos para arrebatar milagrosamente el balón en el interior del área a Kirby, que parecía con todo a favor para abrir el marcador.
Pero la internacional española no sólo sabe defender, sino también atacar, como demostró a los 10 minutos con un potente zurdazo desde fuera del área que se convirtió en el 1-0 tras tocar ligeramente en la capitana del Chelsea, la central Millie Bright.
Un gol que pareció desconcertar al conjunto inglés, que por momentos dejó respirar a un Real Madrid que sólo fue capaz de acercarse con peligro al área rival en el gol de Olga Carmona.
Tregua con la que se encargó de acabar Francesca Kirby, que con un pase medido dejó completamente sola en el interior del área a la australiana Kerr, que se topó con una sensacional Misa que evitó el gol con una espectacular parada.
Nada pudo hacer, sin embargo, la guardameta del Real Madrid por impedir que Niamh Charles devolviese las tablas al marcador a los 41 minutos, tras culminar con un perfecto cabezazo un centro desde la banda derecha de la canadiense Ashley Lawrence.
El empate acentuó todavía más si cabe la ambición del Chelsea, semifinalista la pasada campaña, que arrancó la segunda parte del mismo modo que concluyó la primera, encerrando en su propia área al Real Madrid.
Un claro dominio que el cuadro londinense sólo tardó en trasladar al marcador por el buen hacer de Misa, que privó de nuevo del gol a la australiana Samantha Kerr a los 51 minutos con una milagrosa parada con un pie.
Sin embargo, a la tercera Kerr no falló y a los 74 minutos la oceánica puso en ventaja (1-2) al Chelsea al cabecear a la red un centro desde la izquierda de Charles.
Un tanto que pareció asegurar la victoria al equipo londinense, dada la superioridad mostrada por las de Emma Hayes, pero cuando todo parecía más complicado para el Real Madrid llegó el empate de las de Alberto Toril en una acción no exenta de polémica.
Y es que la falta de Jessie Fleming sobre Athenea del Castillo, que la colegida sancionó como penalti, pareció fuera del área.
Una pena máxima que Olga Carmona no desaprovechó para establecer a los 79 minutos el que a la postre sería el definitivo 2-2, pese a que el Chelsea dispuso de 2 inmejorables ocasiones para alzarse con la victoria.
Pero primero Misa con una espectacular parada a lanzamiento de la sueca Johanna Rytting Kaneryd a los 86’ y posteriormente el larguero, que repelió un remate de Lauren James en el 89’, impidieron que las blues, que vieron como en la prolongación la colegiada les anuló un gol por fuera de juego, se llevaron los 3 puntos del Di Stéfano.
