La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, abogó este viernes por crear en la Unión Europea (UE) una Comisión de Bolsa y Valores similar a la SEC en Estados Unidos.
Lagarde dijo al inaugurar el congreso de banca European Banking Congress en Fráncfort que ahora la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA por sus siglas en inglés) hace algunas de las funciones pero no está realmente unificada.
“La supervisión permanece ampliamente a nivel nacional, lo que fragmenta la aplicación de la legislación de la UE”, de hecho, los poderes de ejecución están divididos en varios reguladores nacionales, advirtió Lagarde.
“Crear una SEC europea, por ejemplo, ampliando los poderes de la ESMA, podría ser la respuesta. Necesitaría un mandato amplio, incluyendo la supervisión directa, para mitigar los riesgos sistémicos que plantean las grandes empresas transfronterizas y las infraestructuras de mercado como las contrapartes centrales en la UE”, dijo Lagarde.
Criticó que la unión de los mercados de capital en la UE no avanza y consideró que es necesaria para financiar la transformación de la economía.
También dijo que “está claro que todavía no se han satisfecho las condiciones para que los mercados de capital se desarrollen en Europa”.
“Más importante, nos ha faltado un proyecto unificador sobre el que se pueda anclar la unión de los mercados de capital”, apostilló la presidenta del BCE.
Lagarde destacó la importancia de la unión de los mercados de capital, que emerge cuando es necesario financiar una transformación de la economía que supera las capacidades de los mercados financieros fragmentados.
La presidenta del BCE recordó como en Estados Unidos los ferrocarriles fueron considerados tan importantes para el futuro del país que los mercados de capital se desarrollaron para aprovechar un grupo más profundo de inversores nacionales y extranjeros y que la mayor parte se financió con bonos y hasta una tercera parte de la financiación fue de inversores extranjeros
Lagarde criticó que en Europa ha faltado un objetivo común los últimos 10 años y que los gobiernos y las empresas redujeron sus inversiones.
También alertó de que Europa, como otras regiones, afronta algunos problemas como la desglobalización, los cambios demográficos y la descarbonización y de que aumentan las señales de que la economía se fragmenta en bloques que compiten.
Lagarde dijo que es necesario “revaluar las cadenas de suministro e invertir en nuevas que sean más seguras, más eficientes y estén más cerca de casa” porque aparecen nuevas barreras al comercio.
El envejecimiento de la población hará necesarias nuevas tecnologías para producir más con menos trabajadores y el calentamiento global hará necesario avanzar en la transición verde sin más retrasos, añadió.
La Comisión Europea (CE) calcula que la transición verde exigirá inversiones adicionales de 620 mil millones de euros anuales de media hasta 2030 y la transición digital otros 125 mil millones de euros anuales.
Ahora los gobiernos tienen los niveles de deuda más elevados desde la Segunda Guerra Mundial y el fondo de recuperación europea concluirá en 2026, recordó Lagarde.
Los bancos son importantes en financiar la transformación de la economía, según Lagarde, pero no se puede esperar que asuman tantos riesgos en sus balances.
Lagarde dijo que la integración financiera en Europa es más baja que antes de la crisis financiera y que los mercados de bonos son tres veces más pequeños que en Estados Unidos.