En un vibrante encuentro entre la creatividad estudiantil y la visión de la educación integral, estudiantes del Bachillerato 27 del Campus Santiago, en Manzanillo, han dejado su huella en nuestra Universidad de Colima porque, bajo la tutela de la maestra Ana Cristina Castillo Aguilar, se embarcaron en un viaje de 2 semestres, donde la asignatura de Gestión de Proyectos II se convirtió en la plataforma para la materialización de innovadores sueños.
Esto hay que explicarlo: a lo largo de 2 semestres, las y los estudiantes trabajaron en la planeación, gestión, ejecución y evaluación de 4 proyectos de impacto que ahora ocupan espacios del Bachillerato 27.
Así, el Escenario cultural es un área polifacética, destinada a eventos académicos y culturales. Allí colocaron una malla verde y unos llamados “pilares funcionales”, ambos son testigos del compromiso estudiantil por crear ambientes sostenibles y atractivos. Ese proyecto no solo transforma físicamente el lugar, sino que también simboliza el compromiso de nuestra comunidad estudiantil con la diversidad cultural y el aprendizaje enriquecedor.
En tanto, el Corredor de la lectura se erige como un refugio tranquilo para la comunidad del 27. Con un librero móvil que ofrece una amplia gama de tópicos, ese espacio invita al descubrimiento y la reflexión. Entre bancas y plantas se ha forjado un rincón dedicado al conocimiento y la contemplación, resaltando el valor de la pausa reflexiva en la vida académica.
Por su parte, el Estacionamiento del Campus Santiago, intervenido, refleja una visión compartida de eficiencia y sostenibilidad. La división de cajones, la presencia de plantas y árboles para sombra, así como la señalética adecuada, no solo optimizan esa área, sino que también fomentan prácticas respetuosas con el medio ambiente.
Finalmente, la zona de comedor y esparcimiento es un espacio vibrante y acogedor. Con una mesa central y una estructura verde adornada con plantas, ese rincón lleva a la comunidad a conectarse y disfrutar del tiempo libre. Los juegos de mesa confeccionados con materiales reutilizados no solo promueven la creatividad, sino que también subrayan el compromiso de los estudiantes con prácticas sostenibles.
En resumen: los 4 proyectos estudiantiles en el Bachillerato 27 son un testimonio vivo del poder transformador de la educación cuando se combina con la creatividad y el compromiso estudiantil.
