Estados Unidos determinó que el Ejército de Sudán y los paramilitares del poderoso grupo Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) han cometido crímenes de guerra durante el conflicto que los mantiene enfrentados desde abril.
“Tras un análisis cuidadoso del Departamento de Estado sobre la ley y los hechos ocurridos, he determinado que miembros del Ejército y de las FAR han cometido crímenes de guerra en Sudán”, anunció el secretario de Estado, Antony Blinken, en un comunicado.
Además, el jefe de la diplomacia estadounidense acusó a las FAR y a milicias aliadas de haber cometido crímenes de lesa humanidad y limpieza étnica en las áreas que controlan.
Blinken lamentó que desde el inicio de los combates el 15 de abril se ha desatado una ola de “violencia, muerte y horrible destrucción en todo Sudán”.
“Los civiles han sido los más afectados por este conflicto innecesario. Los detenidos han sufrido abusos y algunos han sido asesinados en los centros de detención”, condenó.
Ambas partes enfrentadas, agregó el secretario de Estado, han “aterrorizado a mujeres y niñas mediante violencia sexual, atacándolas en sus hogares y secuestrándolas”.
Además, dijo que los ataques contra el grupo étnico masalit, en el oeste de Sudán, recuerda al genocidio iniciado hace 20 años en Darfur.
En 7 meses de guerra, los paramilitares han conseguido tomar el control de varias posiciones estratégicas de la capital, el principal feudo del Ejército en Sudán, como el Palacio Republicano, parte del aeropuerto de Jartum, gran parte de las sedes ministeriales y una importante refinería de petróleo, entre otros.
La guerra entre las FAR y el Ejército estalló el pasado 15 de abril y, hasta el momento, ha causado más de 9 mil muertos y 6.3 millones de desplazados internos y refugiados, convirtiendo a Sudán en el país con más desplazados del planeta, según la ONU.
Blinken exigió a los responsables de las Fuerzas Armadas y de las FAR que cumplan con el derecho internacional humanitario y que hagan rendir cuentas a los responsables de las atrocidades.
También exhortó a las partes enfrentadas a que cumplan con su compromiso de permitir que fluya la asistencia humanitaria sin obstáculos y a que implementen medidas que conduzcan hacia un cese de las hostilidades.