Wall Street cerró en rojo y su principal indicador, el Dow Jones de Industriales, bajó un 0.19%, con los inversores pendientes de los nuevos datos del desempleo en Estados Unidos, que se publicarán el jueves.
Al cierre de las operaciones en Nueva York, el Dow Jones bajó a 36,055 puntos, mientras que el selectivo S&P 500 descendió un 0.39%, a 4,549 unidades.
El índice Nasdaq cayó un 0.58%, hasta 14,147 enteros.
Los 3 índices arrancaron la sesión al alza después de que los datos de costos laborales unitarios del Departamento de Trabajo estadounidense -que miden la relación entre los salarios y la producción- mostraran hoy una caída del 1.2% de julio a septiembre, mientras que la productividad aumentó un 5.2% en esos meses.
Los inversores consideran la bajada de los costes laborales una buena señal para la inflación, mientras que el incremento de la productividad sugeriría que la economía es capaz de evitar una recesión, según CNBC.
Sin embargo, a medida que avanzó el día se acentuaron los miedos de que la política de tipos altos de la Reserva Federal esté teniendo un efecto depresor demasiado acentuado sobre la economía.
El banco central estadounidense volverá a reunirse la semana que viene y podría tomar una decisión respecto a los tipos de interés; actualmente, los inversores confían en que la Fed bajará los tipos en 2024.
Mientras, los ojos estarán puestos sobre los datos de desempleo, que se publicarán mañana, y podrían dar una idea del rumbo que tomarán los reguladores en su próxima reunión.
En otros activos, los rendimientos del bono a 10 años bajaron hasta el 4.123% y los futuros del oro estadounidenses subieron a 2,043 dólares la onza.
Por sectores, predominaba el rojo y las mayores pérdidas fueron para el energético (-1.63%) y el tecnológico (-0.93%). El sector que más subió fue el de servicios públicos, un 1.38%.
Entre los 30 valores del Dow Jones destacaron las caídas de American Express (-1.86%) y de Intel (-1.55%), mientras que la mayor subida fue para Walgreens (4.24%).
En otros mercados, el petróleo de Texas bajó a 69.38 dólares el barril, su precio más bajo desde junio y, al cierre de la bolsa, el dólar ganaba terreno frente al euro, con un cambio de 1.0761.