Un estudio liderado por FIFPro Sudamérica en colaboración con sindicatos de la región divulgado esta semana arrojó que apenas el 46% de las jugadoras del continente posee un contrato laboral formal, en tanto que cerca de un tercio de las futbolistas profesionales de Primera División no recibe ninguna remuneración.
En la investigación participó también el Observatorio de Gestión de Personas de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, y se realizó a través de una encuesta a 1,100 futbolistas de 103 clubes de Primera División de Argentina, Chile, Colombia, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.
Los resultados dan cuenta de que la precarización en el futbol femenino sudamericano persiste, y evidencian los desafíos financieros y laborales que enfrentan las jugadoras pues el 54% de las deportistas está vinculada a los clubes a través de acuerdos escritos, verbales o únicamente inscripciones a campeonatos.
“Este estudio tiene como espíritu ser un llamado a la acción y generar un diálogo para crear cambios y un entorno más profesional en general”, indicó Camila García, vicepresidenta de FIFPro y directora de la Asociación de jugadoras de Chile (ANJUFF).
Enorme brecha salarial
Las diferencias más señaladas entre el futbol femenino y masculino como la brecha salarial y la diferencia de condiciones de trabajo siguen siendo el rasgo principal, y pone de manifiesto el bajo nivel de formalidad de las relaciones profesionales en esta rama del balompié.
El sondeo reveló que un 27% de las jugadoras no recibe remuneración, aunque es una cifra que varía dependiendo del país del continente en el que desarrollan su actividad. Estos datos explican que el sólo el 24% de las deportistas se dedica exclusivamente a jugar futbol.
“Hay mucha diversidad dentro de la región, por eso estamos llamando a generar estándares mínimos dentro de la Conmebol para que tanto la Copa Libertadores y los campeonatos nacionales sean más atractivos”, agregó.
La realidad de la jugadora sudamericana dicta que el 86% dedica entre 5 o más días a la semana para el entrenamiento de futbol, pero que más de 3 cuartos de ellas enfrenta una doble o triple jornada atendiendo estudios, trabajo, carrera deportiva y otras ocupaciones.
Salarios por debajo del mínimo legal
La mitad del universo de futbolistas en Sudamérica gana menos del mínimo legal, expuso Carla Rojas, autora del estudio y coordinadora de Inclusión y Género del Observatorio de Gestión de Personas de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile.
La investigación abordó diversas áreas para el análisis como infraestructura en la que se desarrolla el futbol femenino, las prestaciones de salud, situaciones de acoso y la salud mental, entre otras.
En ese sentido, un 73% de las encuestadas manifestó haber experimentado algún tipo de acoso sexual en su carrera deportiva y 36% declara haber sido testigo de alguna de estas circunstancias. En tanto que el 85% ha vivido circunstancias que implican discriminación de género.
Estas situaciones se desenvuelven en un ambiente de poca confianza en los canales de denuncia, ya que más de la mitad de las futbolistas no cree en el apoyo o justicia que puedan conseguir ante estas circunstancias por estas vías en sus clubes.