El fabricante Toyota cuestionó el dominio de Audi en coches al desbancar a Carlos Sainz (Audi) del liderato en la general en favor del saudí Yazeed Al Rajhi (Overdrive Racing) y conseguir la victoria del brasileño Lucas Moraes (Gazoo Racing), mientras el argentino Kevin Benavides (KTM) logró una victoria de la que se enteró de forma tardía por las penalizaciones de Pablo Quintanilla (Honda) y Barreda (Hero).
La tercera etapa, una inacabable jornada que recorrió 733 kilómetros, 438 de ellos cronometrados, entre Ad Duwadimi y Al Salamiya deparó también un constante goteo de abandonos, como el español Pau Navarro (Mini), en coches, o el del británico Sam Sunderland (GasGas) y el alemán Sebastian Bühler (Hero), a expensas de conocer algo más de información sobre el estado del español Carles Falcón (Twintrail Racing Team).
Falcón, reanimado tras una caída en la que perdió el pulso durante la segunda etapa del Dakar 2024, se encuentra en coma inducido con un edema cerebral en un centro hospitalario de Ryad y tenía una fractura en la vértebra C2, de la que tenía que ser operado de urgencia.
Así, no pudo rodar en una etapa que fue una de las jornadas más largas del Dakar y más variadas del rally, pues un primer tramo de dunas dio paso a un terreno de piedras y otro de tierra. Pero, más allá de eso, también una dureza añadida en la meta: los mecánicos sólo tuvieron 2 horas tras la llegada de los pilotos para reparar los vehículos, que se quedaron en parque cerrado de cara a la etapa de este martes.
Toyota desafía a Audi; Al-Attiyah recupera terreno
Los 438 kilómetros se decidieron en 9 segundos. Fue la distancia que separó al sueco Mattias Ekström (Audi) y Moraes, que consiguió superar al piloto de Audi para mostrar su regularidad, tras su tercera posición del pasado Dakar, solo por detrás del catarí Nasser Al-Attiyah, entonces en Toyota, y Sébastien Loeb, ya en Prodrive.
Fue una muestra de la irreverencia que parece tener Toyota ante Audi, que hasta esta tercera etapa había sido el dominador de los coches, pues Ekström ganó el prólogo, Sainz sacó una minutada a los grandes favoritos en la primera etapa y el francés Stéphane Peterhansel (Audi) ganó la segunda etapa.
Tres de los 5 primeros clasificados fueron coches Toyota, pues a Moraes y Al Rajhi se le suma el coche del francés Rommain Dumas (Rebellion Racing), que terminó quinto, superando a Sainz, y quedando a apenas 2’01’’ de Moraes.
Kevin Benavides, un ganador inesperado
El argentino Kevin Benavides, defensor del título en el Dakar, irrumpió como ganador inesperado, después de que la organización aplicara penalizaciones por límites de velocidad al chileno Pablo Quintanilla, que acabó primero, y a Barreda, que era segundo pero que tuvo 12 minutos de sanción por pasar a 85 y a 98 km/h en 2 tramos en los que debía ir a 30 km/h.
La etapa, además de las penalizaciones, quedó marcada desde el inicio por la retirada del británico Sam Sunderland, 2 veces ganador del Dakar, por un problema mecánico, y por el jovencísimo piloto Mason Klein, quien también contó con un problema en su moto cuando lideraba con más de un minuto de ventaja tras los primeros kilómetros.
También tuvo que abandonar la carrera el alemán Sebastian Bühler, que sufrió una caída en el kilómetro 360 de la especial y tuvo que ser evacuado en helicóptero al hospital con dolores lumbares, aunque afortunadamente se subió consciente y móvil.
El botsuano Ross Branch (Hero) continúa líder en la general, con 3’11’’de ventaja sobre el chileno Nacho Cornejo. Pese a todo, tanto Quintanilla, como Cornejo y los 2 hermanos Benavides se mantienen en el top ten y siguen en la pelea. Hasta 10 pilotos se encuentran a 30 minutos del líder en la categoría de motos, la más irregular posiblemente de toda la carrera, pues ha tenido 4 ganadores distintos desde el prólogo.