El crimen organizado, servidores públicos y algunos actores privados conforman la tríada de responsables de los 17 asesinatos y 3 desapariciones de periodistas entre 2010 y 2016 en Veracruz, uno de los estados con más violencia contra la prensa, según un informe presentado este miércoles por la organización Artículo 19.
La investigación “Veracruz de los silencios” analizó la entidad en ese periodo, cuando el gobernador era Javier Duarte, ahora preso por corrupción y desaparición forzada, porque fue el lapso donde México tuvo a más periodistas asesinados en el mundo.
“Y en Veracruz, en menos de 6 años, se asesinaron a 17 periodistas y se desaparecieron a 3, por eso es el estado que tuvo la etapa más oscura en ese periodo”, señaló en una conferencia de prensa la periodista Paula Mónaco, quien participó en la investigación.
Este reporte, que se realizó con base en entrevistas, documentos y solicitudes de transparencia, encontró coincidencias entre los casos, en particular una tríada de ejecutores de los crímenes: el crimen organizado, el sector público y el sector privado, según su autora, Eloísa Quintero.
“Siempre está presente un responsable del crimen organizado, pero también hay actores y autores, esa es la diferencia en el sector público y el sector privado, tuvimos una mirada macro criminal”, expuso.
Las conclusiones se basan en más de 350 fuentes documentales y más de 30 fuentes vivas, aunque Quintero reconoció que “hay un gran silencio” en algunas fuentes, especialmente en las que provienen del Gobierno y de los mismos medios de comunicación.
Diversas coincidencias
La investigación estudió por separado 3 momentos: la desaparición de periodistas, su muerte y, por último, el del hallazgo de cuerpos y restos.
Encontró que en el 65% de los casos los periodistas desaparecieron en la vía pública, mientras que 75% tenían amenazas recientes, además de que todas las desapariciones ocurrieron por una agresión grupal tipo comando.
Además, un 88 % de los cuerpos se expusieron en la calle.
“Esto tiene una representación importante porque habla de la comunicación del acto de agresión y esa comunicación que querían dar los agresores”, explicó Quintero.
Aunado a ello, encontraron que en todos los casos había indicios de tortura y que cuando los desaparecieron no pudieron encontrar equipo de trabajo como sus cámaras, computadoras, celulares o cuadernos.
“Había una intención en esos actos que se generaron previos a la muerte para tratar de obtener información o acallar la información”, señaló.
En total, cinco ciudades veracruzanas concentraron el mayor número de asesinatos y desapariciones: Boca del Río, Xalapa, Poza Rica, Tierra Blanca y Veracruz.
También encontraron que en 15 de los 20 casos detuvieron a presuntos responsables, pero 11 afirmaron que confesaron por tortura.
Enfoque macro criminal
Mónaco explicó que el enfoque “macro criminal” permitió analizar el rol del sector privado, específicamente las empresas de medios.
“Algunos de los entrevistados nos aseguraban que la violencia empezó en las redacciones”, aseveró.
El análisis arrojó que los dueños, accionistas y administradores de esos medios eran diputados, alcaldes, o políticos o empresarios que tenían alianzas con algunos sectores políticos.