Por José Luis Negrete Avalos
En un contexto social en el que las complicaciones y los retos están a la orden del día, donde esos retos se agudizan mucho más al paso del tiempo, de acuerdo al escenario en el cual surge. En principio de cuentas el tema de la suficiencia económica es una de las principales preocupaciones, donde se desglosan cuestiones como el empleo o la educación que con regularidad son presentados y apropiados antes, durante, y al final de los resultados electorales, pues estos se vuelven elementos directamente proporcionales a los deseos de la ciudadanía, y los votos de estos mismos.
Como ya se ha establecido en este espacio en algunas ocasiones, los temas que son apropiados y adaptados por las fuerzas políticas para crear, delimitar, y ejecutar la plataforma política que les corresponde, con el objetivo específico de dotar a sus candidatos y candidatas, a nivel federal y local en los distritos, demarcaciones, municipios, los puestos de elección popular para los cuales se postulan.
El Estado de Colima no es la excepción a la intención de los institutos políticos de presentar fórmulas para competir este 2024.
De acuerdo al calendario dispuesto por el Instituto Nacional Electoral (INE), el registro de candidaturas a nivel federal dará inicio este próximo 15 de febrero para concluir el 22; para el registro de candidaturas locales dará inicio el 16 de febrero, para concluir el 29 del mismo mes. Prácticamente todo está listo para dar paso a uno de los mayores procesos electorales de nuestro país. No solo por el hecho del cambio de sexenio e investidura del Ejecutivo nacional.
La cuestión va más allá ¿cuál es la respuesta a esas complicaciones y retos que el país presenta?
Tal parece que será una verdadera odisea para la fuerza política que asuma el poder, sea cual sea el caso, federal, estatal, o municipal desde la coordinación y la conciliación de proyectos, entendiendo que el ejercicio de cabildeo, de diálogo que puede surgir en estos ámbitos es trascendental para alcanzar los objetivos que proponen: porque si no es así, aparecerá nuevamente el lastre de la polarización, del descarte y descrédito de las opiniones, de las intenciones justas que una sociedad exige, que exige y merece.
Por esta razón las ya cercanas campañas políticas, deberán ser en definitiva la hora capicúa, pues el resultado tendrá que leerse de derecha a izquierda y de izquierda a derecha, es decir, todo sea por el bien de esta gran nación.
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