La Organización de las Naciones Unidas (ONU) auguró en su último informe económico un menor crecimiento de las economías de América Latina y el Caribe este año, con un aumento del 1.6% del PIB regional, frente al incremento estimado del 2.2% en 2023.
El crecimiento económico de la región superó las expectativas en 2023 gracias a la resiliencia del consumo y la inversión, las fuertes entradas de capital y la solidez de la demanda externa, pero se verá lastrado este año por diversos factores.
El informe regional, parte del global “Situación y perspectivas de la economía mundial (WESP) 2024”, atribuye esta desaceleración en el crecimiento económico a las políticas monetarias restrictivas, que afectarán de manera negativa a la demanda agregada.
Una demanda externa más lenta limitará el crecimiento de las exportaciones, y tanto las vulnerabilidades estructurales como las incertidumbres políticas pesarán negativamente sobre la inversión en este ámbito.
Por otro lado, la previsión de que las economías de Estados Unidos y China también se ralenticen (con un crecimiento del 1.4% en el primero y del 4.7% en el caso del gigante asiático) podría afectar a las exportaciones, las remesas y las entradas de capital a América Latina y el Caribe.
De acuerdo al informe, la región también se enfrenta a una volatilidad en los mercados financieros globales que podría afectar a las entradas de capital y que está impulsada por factores como las decisiones imprevistas de la Reserva Federal de Estados Unidos respecto a los tipos de interés o una escalada de conflictos geopolíticos.
Efectos de El Niño, la inflación y la falta de políticas macroeconómicas
Además, los efectos del cambio climático y de fenómenos meteorológicos como “El Niño” podrían desencadenar nuevas presiones inflacionarias, y la ONU señala que la escasa existencia de políticas macroeconómicas en la región y las débiles inversiones obstaculizan su capacidad para abordar los desafíos derivados de esta crisis.
En cuanto a la inflación anual de la región, el informe estima que pase del 6.8% al 4.3% en 2024, excluyendo a las economías de Argentina y Venezuela, donde se teme sea mucho más alta.
Además, también se prevé un menor crecimiento del empleo en la región y el aumento de la tasa de desempleo en algunas economías.
Por países, la ONU destaca la caída del crecimiento del PIB en las economías de Brasil (de un 3.1% en 2023 a un 1.6% este año) debido al impacto de unas tasas de interés más altas, y de México (de un 3.5% el año anterior a una previsión de aumento del 2.3% en 2024), en medio de la desaceleración económica en Estados Unidos.
En la presentación del informe, que se expuso ayer en una videoconferencia en el canal de Youtube de ONU México, el economista Sebastián Vergara destacó que la economía de la región experimenta un crecimiento bajo “desde hace muchos años” y que se trata de un problema “estructural”.
Por su parte, la también economista Natalie Gómez señaló que factores como el aumento de la deuda pública o del endeudamiento externo harán que la región no disponga de los recursos suficientes para invertir en aspectos como la reducción de la pobreza, la transformación energética o la lucha contra la crisis climática.