Por Marcial Aviña Iglesias
¿Quién maneja a quién, nosotros al dinero o el dinero a nosotros? Doña Felipa, la que vende pollo, se lo da de cambio junto con otros centavos a Josefina, por las alas y los muslitos que le compró a su patrona Inés. Antes, este mismo billete estaba en la caja de Vicente, el carnicero, que lo recibió por un cuarto de gallina – ¡no inventes, gallina en una carnicería! -, vendido a Rogelia que, al no tener cambio, se le hizo fácil tomarlo del buró de Pepé, su hijo, quien muy entusiasmado lo dejó ahí, para luego meterlo en un sobre de celofán para que se conserve, este hermoso ejemplar Serie AA, 2021, calificación 4.9 de 5, que compró por $1,000.00 con envío gratis.
Si al leer lo anterior sentiste tristeza, te lamentas de la situación, eres de los que disfrazan su pasión por la colección, aludiendo que es una buena inversión comprar o guardar ese billete cuyo anverso esboza un fragmento del dorso del monolito llamado “Teocalli de la Guerra Sagrada”, con su águila posada sobre un nopal con el Atl tlachinolli (agua que arde) bien sujetada por el pico y de fondo la majestuosa Tenochtitlán. Mientras que en su reverso se dibuja un ecosistema de ríos y lagos con la presencia del tlaolli (maíz) de Xochimilco, obviamente sin faltar la figura del Ambystoma mexicanum, esa salamandra cuya característica es que aú conserva sus rasgos larvales.
Mientras usted leyó lo anterior, el cotizado papel moneda cuya calificación en popular comercio electrónico de Latinoamérica, recibió una calificación 4.9 de 5, cae en manos del Güicho, quien lo recibió de vuelto en la lonchería de la Güera, luego de degustar un chocomilk con un huevo y su respectiva torta, y que con esos $50.00 pesitos iba a comprar a la hora de la comida un caldo de pollo con muslito y ala en la cocina económica de Doña Inés, pero que al darse cuenta del billete recibido, pues mejor se muerde la tripa y lo guarda, pueque le saque provecho ofreciéndolo en alguna de las empresas de comercio electrónico que pululan en Internet.