Por Javier Villanueva
La temprana eliminación en el Europeo de Alemania supone un golpe inesperado para la Selección Española de balonmano, que parecía disponer de argumentos más que suficientes para recorrer un camino más largo en el torneo.
Sin embargo, todo lo que podía salir mal le salió mal a un equipo español que ha ido encadenando desgracias, en forma de lesiones, desde que aterrizó en Mannheim.
Si en la primera jornada España perdió a Miguel Sánchez-Migallón, tras sufrir una fractura en la mano izquierda ante Croacia, en la segunda los “Hispanos” tuvieron que despedirse del extremo Kauldi Odrizola, aquejado de la rotura del quinto metatarsiano del pie izquierdo.
A estas lesiones se unió la rotura fibrilar que sufrió Agustín Casado en el tercer y definitivo encuentro con Austria y que impidió al central del Veszprem disputar los momentos decisivos del partido.
Los percances no pueden ocultar, sin embargo, las dudas que han dejado los de Jordi Ribera en algunas facetas del juego, especialmente en el eje de la defensa.
El de Alemania era el primer gran campeonato que el conjunto español afrontaba sin Gedeón Guardiola y Viran Morros, la pareja sobre la que se ha sustentado durante una década el entramado defensivo de la selección.
Si bien es cierto que Ribera ya había iniciado la transición en esa zona con la presencia de Miguel Sánchez-Migallón y de Iñaki Peciña tanto en el Europeo de 2022 como en el Mundial disputado el pasado año, en ambos torneos habían contado con el apoyo de Gedeón Guardiola.
Pero en ausencia del veterano jugador del Erlangen alemán, el equipo español no ha sido capaz de dotar de la solidez necesaria al centro de la defensa, tal y como quedó ya claro en los partidos de preparación, en los que los Hispanos sufrieron lo indecible para controlar a los pivotes rivales.
Las dificultades se acentuaron en el Europeo, donde apenas transcurridos unos minutos del encuentro inaugural ante Croacia la selección perdió por lesión a Sánchez-Migalllón, lo que impidió a Jordi Ribera utilizar el 5-1, uno de los 2 sistemas defensivos que alterna.
La baja obligó a convocar de urgencia a Viran Morros, que hacía casi 2 años que no jugaba un partido con la selección y que, pese a sus 40 años, subió notablemente el nivel defensivo de los Hispanos.
Esta circunstancia abre el interrogante sobre si Jordi Ribera debe volver a convocar para el preolímpico que se disputará el próximo mes de marzo, en el que España se jugará el boleto para los Juegos de París, a Viran Morros e, incluso, a Gedeón Guardiola, que se cayó del Europeo por los escasos minutos con los que están contando este curso en su equipo.
Máxime teniendo en cuenta que Miguel Sánchez-Migallón, que fue operado el pasado lunes, tiene por delante una recuperación estimada en, al menos, 2 meses que pone en duda su presencia en el torneo.
Jordi Ribera confía en que en el preolímpico el equipo sepa convertir los malos momentos vividos en el Europeo de Alemania en el impulso necesario para dar un paso adelante y lograr la clasificación olímpica.
En 2016 la no clasificación para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro se convirtió en el revulsivo para que el equipo español, entonces liderado por los Raúl Entrerríos, Julen Aginagalde o Dani Sarmiento, lograra en los siguientes años 2 oros continentales seguidos, así como un bronce olímpico y otro mundial.
Es un claro ejemplo para estos nuevos Hispanos que quieren demostrar que, pese a lo ocurrido en Alemania, siguen siendo el equipo competitivo y fiable, que no se bajaba del podio desde el año 2020.
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