El líder ruso, Vladímir Putin, abrió hoy su campaña de reelección al ser registrado como candidato presidencial, lo que le permitirá optar el 17 de marzo a un quinto mandato de 6 años al frente del Kremlin.
“El candidato está registrado. Arrancamos una activa campaña de propaganda electoral”, aseguró Víctor Blazhéev, portavoz del grupo de apoyo al candidato oficialista.
La única intriga a falta de 3 días para el fin del proceso de registro es si el liberal Boris Nadezhdin, el único aspirante que aboga por la paz en Ucrania, recibirá el visto bueno de la Comisión Electoral Central (CEC).
Aunque aseguró en numerosas ocasiones que nunca lo haría, Putin reformó la Constitución en 2020 para poder presentarse a la reelección, algo que podrá volver a hacer dentro de 6 años y, de esa forma, permanecer en el Kremlin hasta 2036.
Putin, de 71 años y cuya gestión es aprobada por el 80% de los rusos, según las encuestas oficiales, debería ganar las elecciones con más votos que en 2018, cuando sumó más del 76% de los sufragios.
Un registro cantado
Con una precisión de reloj suizo y para despejar cualquier sombra de duda, la CEC anunció que había registrado al candidato Putin “a las 11 horas y 23 minutos” del lunes.
La comisión electoral, que también destacó la fecha de nacimiento del presidente (1952), precisó que sólo había detectado un 0.15% de firmas inválidas (91) -el máximo permitido es el 5%- entre las 60 mil analizadas.
“Es una cifra insignificante”, señaló.
El equipo de Putin informó hace días que había recolectado más de 2 millones de signaturas, aunque sólo necesitaba 300 mil, lo que fue puesto en entredicho por la oposición, que adujo que nadie ha visto colas frente a las sedes de la administración presidencial en todo el país.
Aunque concurre como independiente, el presidente contó con el respaldo del partido del Kremlin, Rusia Unida, con las organizaciones de voluntarios y con toda la máquina burocrática de los Gobiernos regionales.
Además, la CEC registró a 198 apoderados de Putin, entre los que figuran famosos actores, cantantes, artistas y periodistas, además del presidente del consorcio gasístico Gazprom, Alexéi Miller.
“Juntos somos la fuerza. Votamos por Rusia”, es el eslogan de las elecciones presidenciales.
Convidados de piedra
La CEC había registrado hasta ahora a 3 candidatos: el comunista Nikolái Jaritónov, el ultranacionalista Leonid Slutski y el representante de Gente Nueva, Vladislav Davankov.
Como son miembros de partidos con representación en la Duma o cámara de diputados, ninguno de los 3 necesitó presentar firmas para su registro.
Ninguno de los 3 aspira a ganar, por lo que, conscientes de su papel de convidados de piedra, en sólo uno de los casos -Slutski- el partido concurre con su líder como candidato.
Esta troika, que apoya a pies juntillas la campaña militar rusa en Ucrania y la política exterior de antagonismo con Occidente, no tiene ninguna opción de debatir públicamente con Putin los problemas sociales que más preocupan a los rusos.
“El presidente no participa en debates electorales”, dijo hoy Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin.
Por si sirve de precedente, en 2018 Putin se enfrentó a 2 candidatos comunistas y 2 nacionalistas, a dos liberales y a la famosa Ksenia Sobchak, hija del exalcalde de San Petersburgo y padrino político del presidente ruso, Anatoni Sobchak.
La esperanza es lo último que se pierde
Mientras, Nadezhdin, cuyo apellido está directamente asociado a la palabra “esperanza”, no pierde, precisamente, la esperanza de ser registrado en los próximos días tras haber aglutinado el apoyo de la oposición al Kremlin, desde el encarcelado Alexéi Navalni al magnate Mijaíl Jodorkovski.
Ha recabado ya más de 200 mil firmas, de las que 109,361 son consideradas válidas, según informa hoy en su página web.
Aunque sólo requiere 100 mil firmas, al ser candidato por el partido Iniciativa Cívica, una formación sin representación parlamentaria, la mayoría de opositores analistas no creen que vaya a ser registrado.
Creen que la presidenta de la CEC, Ela Pamfílova, hará lo mismo que con la también candidata pacifista Yekaterina Duntsova, a la que ni siquiera llegó a inscribir aduciendo motivos poco creíbles.
Por de pronto, Pamfílova urgió hoy al resto de aspirantes a que informen “de inmediato” a la CEC sobre cuándo tienen previsto presentar sus firmas, de lo contrario lo considerará “una provocación”, aunque el plazo no concluye hasta el miércoles.
“No sabemos si traerán las firmas o no las traerán”, afirmó.
Sea como sea, la oposición en la cárcel y en el exilio cree que el fenómeno social en torno a Nadezhdin podría ser el germen de un futuro movimiento de protesta contra el Kremlin.