El acuerdo entre el Gobierno del Reino Unido y el Partido Democrático Unionista (DUP), destinado a restablecer el Ejecutivo de Belfast, eliminará los controles fronterizos pos-Brexit a las mercancías que entren en Irlanda del Norte desde Gran Bretaña cuando su destino final sea la provincia británica.
Así lo revela el documento de 80 páginas publicado hoy por el Ejecutivo de Londres después de que los unionistas norirlandeses respaldaran ayer una propuesta del Gobierno británico para restablecer el Ejecutivo de poder compartido entre unionistas y nacionalistas, suspendido desde hace casi 2 años.
Entre los cambios que incluye el nuevo acuerdo se contempla que la llamada Ley de Retirada será enmendada, con lo que cualquier nueva legislación de la Unión Europea (UE) no se aplicará necesariamente de manera automática en Irlanda del Norte.
Ese documento consta de 3 partes: una que detalla los cambios a la ley y su impacto; un anexo acerca del contexto constitucional, y un segundo anexo que versa sobre las medidas adicionales introducidas para reforzar la posición de Irlanda del Norte en el Reino Unido.
Esas medidas incluyen, asimismo, la introducción de un Consejo Este-Oeste, un nuevo organismo comercial, y estipula, además, que el gabinete del Reino Unido deberá reunirse anualmente en Irlanda del Norte.
Los cambios introducidos tendrán un impacto sobre el Acuerdo de Windsor, fraguado entre el primer ministro británico, Rishi Sunak, y la UE, que sustituyó al anterior acuerdo, y mantiene a la región dentro del mercado único de la UE para bienes.
Según señala el acuerdo, se reducirán los controles y la burocracia sobre los bienes que circulen desde Gran Bretaña (Escocia, Gales e Inglaterra) a sus destinos finales dentro de Irlanda del Norte y que no vayan a moverse de ahí.
Esos cambios requerirán del acuerdo del llamado Comité Conjunto entre el Reino Unido y la UE que supervisa el acuerdo de Brexit para Irlanda del Norte.
En declaraciones a la BBC tras divulgarse los detalles del acuerdo, el líder del DUP, Jefrey Donaldson, se mostró “satisfecho en cuanto a los objetivos centrales conseguidos para los ciudadanos de Irlanda del Norte” al tiempo que reconoció que el nuevo acuerdo “no es perfecto”.
Por su parte, en una comparecencia ante el Parlamento, el ministro británico para Irlanda del Norte, Chris Heaton-Harris, afirmó que “ha llegado el momento para que los políticos se unan y trabajen juntos”.
“Somos los garantes del Acuerdo de Viernes Santo y tenemos una responsabilidad con la gente de Irlanda del Norte”, dijo.
El ministro se refirió a la introducción del nuevo Consejo económico Este Oeste -que contempla el nuevo acuerdo pactado entre Londres y el DUP– que, según apuntó, “identificará las oportunidades que nos unen por todas las partes del Reino Unido”.
“Este acuerdo ayudará a poner los servicios públicos de Irlanda del Norte en una senda sostenible con fondos de más de 3,511 millones de euros para respaldar los servicios públicos de Irlanda del Norte, proporcionando una base sólida para que el Ejecutivo obtenga mejores resultados en las vidas diarias de los norirlandeses”, señaló.