La producción de gasolinas mexicanas tuvo una disminución de 6.8% durante el año pasado. En el 2023, Petróleos Mexicanos (Pemex) registró una producción promedio de 252,400 barriles diarios de gasolinas, mientras que en 2022 se produjeron 271 mil barriles diarios.
En diciembre pasado, Reforma publicó que la producción de gasolinas se vio afectada por el colapso de la refinería Madero, la cual no produjo ni un solo litro de gasolinas ni de diésel durante octubre.
Sin embargo, se desconoce si dicha producción se recuperó, pues la página de estadística de la Secretaría de Energía (Sener) que lo reporta, no está disponible.
Pese a que el complejo de Madero fue rehabilitado hace 9 meses, y se le destinaron 8 mil millones de pesos, registró paros operativos importantes.
En contraste, la producción de combustóleo, un producto residual derivado de los procesos de refinación y con mínimo valor en el mercado, sí registró un ligero incremento.
El promedio de producción en 2023 fue de 260,300 barriles diarios, cuando en 2022 se tuvo un promedio de 258,300 barriles, es decir, un incremento marginal del 0.77%.
El precio promedio del combustóleo -que en distintos meses del año se tuvo una producción mayor que de gasolinas- fue de apenas 8.36 pesos por litro en 2023.
Mientras que las gasolinas registraron, para el caso de la regular, un precio promedio de 22.17 pesos por litro y 24.27 pesos por litro para la premium.
Erick Sánchez Salas, vicepresidente de Desarrollo de Negocios México y Centroamérica de Rystad Energy, explicó que el petróleo que en su mayoría produce México es pesado, con una mayor cantidad de azufre, y que las refinerías del país no están configuradas para poder procesarlo de manera adecuada.
Esto provoca que al momento de refinarlo se produzca una mayor cantidad de combustóleo, también con alto contenido de azufre y bajo poder calorífico que dificulta su colocación en el mercado.
Por ello, precisó Reforma, dijo que es necesario una estrategia integral para Pemex, primero alineada en ser una empresa integral en actividades de petróleo y gas, y posteriormente pensar en la parte de refinación.
“Para ello es necesario tener disponibles los hidrocarburos a través del mercado internacional o intercambios para poder tener la dieta adecuada para una mejor operación de las refinerías.
“Y una vez que se tenga una dieta adecuada, hay que hacer los mantenimientos adecuados y (que) la tecnología esté a punto para poder tener una refinación eficiente”, puntualizó.
Con información de Reforma
