La familia de Baldomero Pérez, un indígena Ch’ol de 46 años y con discapacidad mental, exigió justicia al Gobierno federal luego de que un grupo armado le prendiera fuego en el municipio de Tila, ubicado en Chiapas.
Los Pérez escalaron su demanda de justicia al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador pues consideran que esta agresión está enmarcada en una ola de violencia social y política por la que atraviesa la localidad.
Los familiares relataron a EFE los detalles del momento en el que, el pasado 31 de enero, Baldomero Pérez López fue rociado con gasolina y después incendiado, lo que le provocó quemaduras de segundo y tercer grado en su cuerpo.
Fue a través de testigos que los familiares de Baldomero se enteraron de los hechos, mismos quienes en su desesperación por apagar las llamas trajeron a su cuidador y hermano.
“¡Ven pronto al centro, los autónomos le prendieron fuego a tu hermano!”, cuenta uno de los familiares.
Una serie de videos que circulan en redes sociales dan cuentan de cómo los perpetradores agredieron al hombre con retraso mental mientras que algunos vecinos intentaban apagar el fuego con botellas de agua.
De acuerdo con el último censo económico del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi), el municipio de Tila es considerado de alta marginación, habitado principalmente por indígenas maya Ch’oles y tzeltales en la zona norte de Chiapas.
Por más de 50 años los pobladores de la localidad de Tila han exigido la restitución plena de 130 hectáreas.
Después de décadas de lucha y gestiones fallidas para lograr la devolución de las tierras, un grupo conocido como “autónomos” logró desterrar con violencia a las autoridades municipales, instalándose en el ejido Petalcingo.
La ola violenta se encrudeció durante la pandemia y tan solo en 2023 esta zona permaneció sitiada por una semana completa dejando un saldo de 8 jóvenes asesinados.
La situación no ha cambiado en 2024 y tan solo en lo que va del año ya se registró la muerte de un menor de edad por impactos de bala.