A la espera de que vuelva Mohamed Salah, el Liverpool tiene un tridente de urgencia que funciona. Diogo Jota, Luis Díaz y Darwin Núñez marcaron para demoler al correoso Burnley (3-1) y evitar el liderato del Manchester City.
Sufrieron más de lo esperado los de Jürgen Klopp ante uno de los equipos desahuciados a descender al Championship y es que de no ser por las intervenciones de Caoimhin Kelleher y la puntería del tridente de ataque, se podría haber llevado un susto del equipo de Vincent Kompany, que supo cómo atacar las debilidades al espacio de los Reds.
Salieron mejor los Clarets y solo evitó que se pusieran por delante un paradón aguantando sin caerse de Kelleher en el mano a mano ante Zeki Amdouni.
Como suele ocurrir en estas situaciones, no tardaron Kompany y los suyos de arrepentirse de la ocasión fallada y en un córner botado por Trent Alexander-Arnold, James Trafford salió a por uvas y dejó que Jota rematara sin portero. Para el portugués fue su gol número 99 en el futbol inglés, mientras que Alexander-Arnold llegó hasta las 58 asistencias en la Premier y se convirtió en el defensa con más pases de gol en la historia, por delante de su compañero de equipo Andy Robertson.
Trafford se pudo resarcir, con un paradón a Luis Díaz, y el Burnley se llevó el merecido premio del empate, por sus esfuerzos, cuando Dara O’Shea se hizo gigante ante Endo y Díaz en un córner y la clavó en el ángulo de Kelleher.
Klopp, que para entonces ya tenía amarilla por sus protestas, ladeaba la cabeza y en el descanso buscó una solución en quitar a Alexander-Arnold y meter a Harvey Elliott, que se ha convertido en una especie de desatascador. Pese a la fragilidad defensiva del equipo, funcionó.
Un centro de Elliott en línea de fondo lo desvió Maxime Esteve y Díaz, como un camión, lo remató en plancha en el primer palo. El tanto debió haber sido anulado por una falta de Alexis Mac Allister en el inicio de la jugada, pero el VAR solo revisó un fuera de juego que no existió y el gol subió al marcador.
Pese a la ventaja, el Liverpool siguió siendo un flan atrás y David Datro Fofana, que venía de hacerle un doblete al Fulham, erró dos manos a mano en un minuto que hubieran supuesto el empate. Uno se lo sacó Kelleher, de nuevo impecable, y en el segundo no encontró portería.
De nuevo, el Burnley pagó su inocencia y en otro centro de Elliott, que se fue del partido con dos asistencias, Darwin Núñez hizo un giro de cuello imposible para cabecear el 3-1.
Con este resultado, el Liverpool le arrebata el liderato al Manchester City, apenas unas horas después de que los de Pep Guardiola derrotaran al Everton. Los de Klopp tienen54 puntos, dos más que el City, que tiene un partido menos, y cinco más que el Arsenal, que jugará este domingo contra el West Ham United.
El Burnley es penúltimo, empatado a 13 puntos con el colista, el Sheffield United, pero con mejor diferencia de goles. La salvación la tienen a 7 puntos.