El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recibió en la Casa Blanca al primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, para escenificar el total apoyo de Washington al ingreso del país nórdico a la OTAN, cuando quedan pocos días para la cumbre de la Alianza.
Los líderes de la OTAN se reunirán los próximos 11 y 12 de julio en Vilna, Lituania, pero Turquía y Hungría todavía mantienen el veto al acceso de Suecia, que pidió hace un año entrar junto a Finlandia en el club transatlántico.
Al inicio de su reunión en el Despacho Oval, Biden declaró que Suecia es “un amigo y socio valioso” y dijo que está “esperando con ansia a que forme parte” de la OTAN.
“Es muy importante”, respondió al ser preguntado sobre la trascendencia de la adhesión sueca.
Por su parte, Kristersson agradeció “la amable invitación” de Biden a la Casa Blanca, así como su “fuerte apoyo a la adhesión de Suecia a la OTAN”, una alianza a la que Estocolmo tiene “cosas que aportar”, dijo.
El primer ministro sueco agregó que su país y Estados Unidos comparten “muchos valores y prioridades”, ante retos como la guerra de Ucrania, la crisis climática o “la amenaza que supone China para las democracias”.
Posteriormente, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, defendió en una rueda de prensa que Suecia debe entrar en la OTAN “lo antes posible”, porque tiene fuertes capacidades militares, comparte los valores de la OTAN y “contribuirá a la seguridad europea”.
La invasión rusa de Ucrania iniciada en febrero de 2022 hizo que Finlandia y Suecia cambiarán la posición de neutralidad que habían mantenido durante 3 décadas y solicitaran ingresar en la OTAN.