El Banco de Corea (BoK) mantuvo los tipos de interés en 3.5%, una decisión anticipada por los analistas dada la persistente presión inflacionaria y la elevada deuda de los hogares surcoreanos.
Tras 7 incrementos consecutivos, la entidad lleva desde enero de 2023 sin modificar la tasa de referencia ante la dificultad para impulsar el consumo por la subida de precios.
A su vez, tras su junta de política monetaria el BoK mantuvo sin cambios su previsión de crecimiento del producto interno bruto (PIB) para todo 2024, la cual sitúa en el 2.1% en un momento en el que el músculo exportador de la cuarta economía parece mostrar signos de recuperación.
Sin embargo, también mantuvo intacto su pronóstico para la inflación media este año, que estima en el 2.6%, por encima de su meta del 2%.
Tras un 2022 de récord, la inflación volvió a ser contundente en 2023, y aunque en enero el índice de precios al consumo (IPC) se situó por primera vez por debajo del 3% en los últimos 6 meses, existe temor a que esta tendencia no se mantenga debido a la subida del precio del crudo.
El banco central surcoreano tiene también la mirada puesta en la creciente deuda de los hogares, la cual amenaza con ahogar el consumo.
Los préstamos a hogares concedidos por los bancos surcoreanos aumentaron en enero por décimo mes consecutivo, principalmente por el aumento de los créditos respaldados por vivienda.
En 2023, el valor de la deuda bancaria de los hogares surcoreanos superaba el billón de dólares, suponiendo un 17.4% del valor total de sus activos, un 0.7% más que hace un año.
