La directiva de Colo Colo volvió a eludir su responsabilidad y anunció que pedirá a las autoridades chilenas que autoricen el aforo máximo de 42 mil espectadores en el estadio Monumental para el partido de vuelta de Copa Libertadores frente a Godoy Cruz, pese a la violencia que volvieron a mostrar sus hinchas en la visita de este jueves a la ciudad argentina de Mendoza.
Incidentes que causaron numerosos destrozos, una denuncia de la municipalidad de Mendoza y que se repitieron este viernes, en el que la policía detuvo a un barrista por su presunta violación de una mujer.
Además, otro grupo de supuestas barras bravas del Cacique agredió a un equipo de periodistas del Canal 7 de Mendoza, mientras hacían un reporte en vivo en una plaza pública de la ciudad argentina, y quedaron registrados en cámara mientras propinaron golpes a 2 camarógrafos y una reportera, según reseñan medios chilenos.
Desde la llegada a la localidad argentina, se reportaron desórdenes, cierre ilegal de calles y abandono de residuos en la vía pública tras realizar un banderazo a las puertas del hotel de concentración del equipo chileno.
Riñas a patadas y puñetazos antes del ingreso al estadio el día del partido, salto de rejas para entrar de forma irregular al recinto, bengalas y el citado detenido acusado de una violación, ocurrida en un parque aledaño, en unos incidentes sobre los que no se ha pronunciado aún Conmebol.
La violencia en Mendoza se produjo apenas 2 semanas después de que aficionados de Colo Colo quemaran un parte de la grada y destruyeran un monumento histórico en el Estadio Nacional durante la disputa de la Supercopa de Chile, violencia que obligó a suspender el partido a 10 minutos del final.
Al igual que tras incidentes de la Supercopa, el presidente de Blanco y Negro, administradora del club chileno, Alfredo Stöhwing, volvió a eludir la responsabilidad por la acción de los aficionados del equipo, evitó la condena directa y confirmó su anhelo de contar con un recinto lleno en Santiago para el duelo de vuelta.
“Es inentendible, pero prefiero ahora dedicarme a disfrutar y a trabajar para que tengamos a la vuelta un partido redondo en el estadio y logremos pasar a la siguiente ronda. Andan por ahí las cifras. Efectivamente, a estadio completo para disfrute del público y todos los colocolinos”, aseguró a los medios chilenos presentes en el duelo.
Asimismo, se refirió a una posible sanción de la Conmebol, que prohíbe el prendido de bengalas al interior de los estadios, como también hicieron los aficionados de Colo Colo en Mendoza.
“Espero que no pase y ya veremos. Hay que concentrarse en lo que tenemos que hacer y que el partido de vuelta sea para disfrutar en todo el país y los aficionados”, afirmó Stöhwing.
Colo Colo fue sancionado en 2022 y 2023, entre las más recientes, por conductas violentas de sus barras en la Copa Libertadores, que produjeron el cierre de una parte de las tribunas de su estadio para partidos del torneo e incluso un encuentro a puerta cerrada.
Este año, la hinchada del equipo albo se ha visto baneada en el inicio de la liga chilena por los equipos Unión Española y O’Higgins quienes ejerciendo la localía solo vendieron boletos a su parcialidad para sus duelos ante el Cacique.
La conducta violenta que mantiene un grupo de barristas del club ha puesto a los jugadores y al entrenador argentino Jorge Almirón ante preguntas complejas sobre este tema en las conferencias de prensa. Ambos han eludido, igualmente, denunciar sus acciones.
“Vemos las cosas positivas, la gente hizo un gran esfuerzo y el equipo se entregó y ganó. Las 2 hinchadas fueron espectaculares, gracias al apoyo de la gente y al rival. Se generó un buen ambiente. Fue un partido bueno para ver”, dijo Almirón.
En tanto, el capitán del conjunto, Esteban Pavez, declaró que es “bastante difícil hablar de eso, pero me quedo con el apoyo en todo momento de la gente. Desde que llegamos al hotel, cómo nos alentaron. Fue importante muy motivador, la Conmebol tiene que ver lo otro, no me voy a meter más en eso”.