El presidente de Argentina, Javier Milei, decidió romper la tradición del país suramericano y mudó a las 21:00 hora local (00:00 GMT del sábado) el discurso anual que los mandatarios hacen el 1 de marzo ante el Congreso, que sirve como apertura a las sesiones ordinarias del curso parlamentario.
Mediante un decreto publicado este martes en el Boletín Oficial, Milei sorprendió al establecer el nuevo formato de la primera apertura de sesiones bajo su presidencia, que asumió el 10 de diciembre pasado, en lugar del mediodía (15:00 GMT) como era costumbre.
“Con este cambio de horario se busca que la mayor cantidad de argentinos puedan escuchar al presidente después de sus horarios de trabajo” y “tengan la posibilidad de verlo en vivo”, justificó este martes el portavoz presidencial, Manuel Adorni, en su habitual rueda de prensa en la sede del Ejecutivo.
Con esta nueva decisión, Milei continúa una línea disruptiva respecto al Congreso de la Nación, ya que el pasado 10 de diciembre, cuando asumió como presidente, eligió no pronunciar su discurso inaugural dentro del recinto, sino en la calle, frente a sus seguidores, lo que muchos legisladores consideraron un desprecio a las cámaras.
El discurso tendrá lugar en el horario de mayor audiencia de la televisión argentina, al tiempo que emula el estilo en que los presidentes estadounidenses pronuncian el discurso del estado de la Unión.
Hay expectación por el discurso de Milei, después del fallido paso por la Cámara de Diputados de su proyecto estrella, la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos -conocida como “ley ómnibus”-, que establecía la línea medular de su programa de Gobierno, desregular la economía y reducir el peso del Estado, para cuyo debate había convocado a sesiones extraordinarias hasta el 15 de febrero.
El proyecto volvió al punto de partida y, desde entonces, Milei se ha enfrentado con los legisladores que rechazaron su iniciativa -lo que le llevó a decir que el Congreso es “un nido de ratas”-, con los gobernadores de provincias cuyos diputados votaron en contra, además de chocar con el sector sindical y movimientos sociales.
También corre riesgo un megadecreto que emitió Milei, que entró en vigencia el 29 de diciembre pasado, pero que varios legisladores buscan invalidar.
Milei acusa a todos los que rechazan su reducción del gasto público para alcanzar el equilibrio fiscal este año y bajar la inflación superior al 200% de ser parte de una casta que se enriquece a costa de los “argentinos de bien”.
