El Departamento de Justicia estadounidense anunció la presentación de una querella con la que busca arrebatar a Irán armamento que había enviado a los hutíes de Yemen y que ya había sido incautado por la Armada estadounidense.
Estados Unidos afirma que el objetivo de esta acción es evitar que la Guardia Revolucionaria Islámica “propague violencia”, según su comunicado.
La Armada estadounidense se hizo con unos 9 mil rifles, 284 ametralladoras, cerca de 194 lanzacohetes, más de 70 misiles antitanque y aproximadamente 700 mil rondas de municiones, que la Guardia Revolucionaria Islámica iba a entregar a los hutíes del Yemen, que cuentan con el apoyo de Teherán.
El Departamento de Justicia apuntó que, según documentos judiciales, las armas procedían de 4 dhows (barcos veleros) apátridas. La prohibición de esos navíos, 2 en 2021 y 2 en 2023, llevó al descubrimiento y el decomiso de las armas, que se determinó que tenían principalmente origen iraní, chino o ruso.
El fiscal federal Matthew Graves, del Distrito de Columbia, apuntó que su oficina, “allá donde tenga jurisdicción, usará todas las herramientas en su poder para prevenir que criminales y terroristas amenacen la estabilidad global”.
La querella estipula que la Guardia Revolucionaria Islámica tiene un “sofisticado esquema” para enviar clandestinamente armas a entidades que suponen una seria amenaza a la seguridad nacional estadounidense.
El pasado marzo se había decomisado además cerca de un millón de rondas de munición en ruta de Irán a Yemen.
La red detrás de ambas acciones, según el comunicado, estaba involucrada en el tráfico ilícito de armas y componentes por parte de entidades iraníes sancionadas que apoyan directamente la acción militar de los hutíes en Yemen y “la campaña de actividades terroristas del régimen iraní en toda la región”.
El Departamento de Justicia precisó que el decomiso es resultado del esfuerzo coordinado del Ejecutivo estadounidense para hacer cumplir las sanciones contra la Guardia Revolucionaria Islámica y el Gobierno iraní.
