Los hermanos Williams llevaron en volandas al Athletic Club a una nueva Final de Copa del Rey en la que se medirá el 6 de abril al RCD Mallorca tras superar por 3-0 en la vuelta de semifinales al Atlético de Madrid en San Mamés, con goles de Iñaki, Nico y Gorka Guruzeta, y 4-0 en el global de la eliminatoria.
Los Williams desequilibraron el choque en la primera mitad, en la que, siempre lanzados por Oihan Sancet, generaron 3 ocasiones y marcaron 2 golazos. El primero de Iñaki a centro de Nico y el segundo de Nico en el primer palo a centro de Iñaki para decidir una eliminatoria que ya había encauzado su equipo en la ida en el Civitas Metropolitano.
Guruzeta le puso la guinda al resultado a la hora de partido aprovechando un rechace de Jan Oblak a un disparo sin mucho ángulo de Sancet.
Será la tercera final de Copa del Athletic en 5 años, la sexta en 15 y la undécima final del conjunto vasco en década y media en diferentes competencias.
Además, los de Ernesto Valverde se han clasificado para la próxima edición de la Supercopa de España.
El centrocampista del Athletic Club, Nico Williams celebra su gol, frente al Atlético de Madrid.
Asimismo, alimenta la tremenda positiva racha en el que se encuentra en San Mamés ampliando a 10 los partidos seguidos que lleva ganando el conjunto vizcaíno en La Catedral. De ellos, 3 de Copa ante el Barcelona, el Deportivo Alavés y este ante el Atlético.
Con el Athletic con todo y el Atlético sin Griezmann, el choque lo arrancaron mejor los visitantes que testaron la firmeza de Agirrezabala en 2 remates dentro del área sin mayor peligro porque el joven meta local, el de la Copa para Ernesto Valverde, lo disipó sin problemas.
Pero la primera llegada bilbaína ya empezó a decantar el partido y ponerles la eliminatoria ya muy difícil a los colchoneros porque acabó en gol. Sancet abrió a Nico por la banda izquierda, el pequeño de la saga apuró hasta la línea de fondo y su centro, que recordó a uno del legendario Estanis Argote, lo empaló su hermano a la red en el otro lado.
Un golazo tremendo, que igual el mejor Oblak en otro momento hubiese detenido, que el Athletic, Sancet y los Williams amenazaron con repetir un cuarto de hora después, aunque entonces con los papeles cambiados. De nuevo Sancet abrió a uno de los hermanos, esa vez a Iñaki, y el centro del mayor lo remató el pequeño desde la frontal mordido, pero lamiendo el palo.
Era la tercera gran aparición de Iñaki, que había servido un centro a Sancet en el que al internacional navarro le faltó fe y decisión para meter la cabeza.
Entre ocasión y ocasión local, acercamientos sin filo de los visitantes. Pero ni Llorente ni Correa, en 2 disparos muy altos, estuvieron a la altura de los balones recibidos. Como tampoco el propio Correa fue capaza de darle la fuerza justa a un autopase en el área con el que había superado a un rival.
Jugadores del Athletic Club celebran el tercer gol del equipo vasco.
No aprovechó sus ocasiones el Atlético y recibió el castigo de otro gol rojiblanco -hoy el Atlético vistió la camiseta blanquiazul de su 120 aniversario-. Otro tanto de la misma factura y con un Iñaki Williams sublime.
De nuevo Sancet abrió a banda, Iñaki se deshizo de Hermoso y apuró hasta la línea de fondo antes de concretar un centro perfecto a su hermano, que lo esperaba en el primer palo, y lo remató como debía adelantándose a Molina.
De ahí al descanso, al que el Athletic se fue con 3 goles de ventaja, añadido a los de hoy el de Alex Berenguer de la ida en el Civitas Metropolitano.
El descanso, que se alargó por el segundo parón para que se atendiese alguien en la grada, no cambió el signo del partido. Es más, incidió en él.
Comenzaron amenazando de nuevo Nico, con tiro flojo, Sancet, rematando mal y alto una contra en la que Nico le dejó hecho el 3-0, y Guruzeta, que fue el que abrió más brecha aún en el marcador. Oblak no atajó un disparo cruzado sin mucho ángulo ni mucho filo, y Guru, al quite, remachó a la red en su duodécimo gol de la temporada, el segundo en Copa.
Correa había disparado demasiado cruzado con anterioridad y Simeone había echado el resto con 3 cambios a la vez que no le sirvieron de nada.
Ya con la eliminatoria más que sentenciada, el último tercio del encuentro sirvió para que se extasiase San Mamés –“a Sevilla, oe; a Sevilla, oe”, cantaba la grada-y para que Julen Agirrezabala le dejara claro a Valverde que puede contar con él cuanto quiera con 3 grandes intervenciones a disparos de Lino, Memphis y Riquelme. También Saúl lamió el gol del honor en un cabezazo que se le marcho fuera por poco.