Con los instrumentos con que los se cuentan en estos momentos, un evento eruptivo en el Volcán de Colima puede ser detectado hasta con 2 semanas de anticipación, señaló Raúl Arámbula Mendoza, investigador y director del Centro Universitario de Estudios Vulcanológicos (CUEV) de la Universidad de Colima.
De igual manera, resaltó que el coloso se encuentra monitoreado las 24 horas del día, todos los días.
“Con los instrumentos que tenemos nos pudiera dar, inclusive, una o 2 semanas cuando el proceso (eruptivo) no es tan rápido; hay procesos que son muy rápidos y en este caso pudiera darse un aviso de uno o 2 días”, señaló en una entrevista Arámbula Mendoza.
En ese sentido, detalló que, para llegar a la superficie, el magma genera diferentes manifestaciones, una de ellas son los sismos y uno de sus principales monitoreos es tener sismómetros alrededor del piso volcánico, lo que les avisa cuando el magma está subiendo; además, tienen también cámaras de video y equipos para medir la deformación, pues si el volumen de magma es muy grande, el edificio volcánico se va a deformar y eso también lo pueden medir.
“Afortunadamente hay muchas herramientas para la vigilancia de los volcanes y los avisos pueden ser con días y hasta semanas”, añadió el investigador de la Universidad de Colima.
En cuanto a la sismicidad ocasionada por el Volcán de Colima, Raúl Arámbula señaló que estos movimientos generalmente son de baja magnitud y solo se reflejan en su monitoreo.
