La presidenta de Futpro, Amanda Gutiérrez, estimó en la sede de la Unesco en París que la onda de choque creada por el Caso Rubiales está sirviendo para la causa de la igualdad entre hombres y mujeres, también a nivel internacional.
“Que la Unesco nos haya dado este altavoz es enorme para poder explicar cómo vivimos todo, cómo lo hemos trabajado, cómo se han sentido las futbolistas en este proceso”, señaló Gutiérrez a EFE en París, tras participar en un debate sobre el futbol en la lucha por la igualdad organizado el Día Internacional de la Mujer en la sede del organismo, y en la que fue la gran protagonista.
Constató que la notoriedad resulta del Caso Rubiales, desencadenado por el beso no consentido del ya expresidente de la Federación Española de Futbol (RFEF), Luis Rubiales, a la jugadora Jenni Hermoso cuando la selección ganó la Final en el Mundial de Australia en agosto pasado.
“Lamentablemente -indicó- sucedió lo que sucedió en el Mundial. Eso no lo podemos cambiar. Pero sí que asumimos la responsabilidad de intentar que salieran cosas positivas de lo que sucedió. Y una de las cosas positivas es que ahora se nos escucha”.
Hizo hincapié en que en un principio no eran conscientes del eco que eso tuvo también fuera de España, que llevó a que les contactaran otras asociaciones de futbol femenino de Colombia o Argentina y sobre todo la Unesco, que les dio “la oportunidad de tener este altavoz”.
Sobre todo, porque “la Unesco es una institución importante que tiene un objetivo claro en cuanto a la igualdad” y que por su proyección en todo el Mundo “tiene un altavoz muy potente para que se avance en los derechos, en este caso de las deportistas mujeres”.
La presidenta de Futpro reconoció que todo el escándalo por Rubiales les está sirviendo porque mientras antes en muchos casos trataban al sindicato con condescendencia ahora “nos están escuchando”, por ejemplo, para modificar aspectos de las leyes como la consideración del acoso sexual en la ley del deporte.
Preguntada sobre si confía en que esa visibilidad internacional pueda servir para cambiar cosas en instancias como la FIFA o la UEFA, respondió que aunque no tienen capacidad para intervenir a ese nivel, sí que le gustaría que esas organizaciones aprendan de lo que ha sucedido en España.
Se trata de que “si quieres potenciar el futbol femenino y eres una institución internacional como la FIFA, la UEFA o cualquier confederación, tienes que darle independencia a la parte femenina” porque en la propia RFEF los mismos trabajadores del departamento femenino se quejaban de que “no se les dejaba trabajar”.
Al comparar la situación de las futbolistas españolas con las de otros países, Gutiérrez consideró que en muchos aspectos la liga estadounidense es un ejemplo, ya que tienen un convenio colectivo “muy positivo” o han avanzado en el derecho de maternidad.
A su parecer, eso se explica en parte por el espíritu de emprendimiento allí: “Tienen patrocinadores propios, tienen inversoras y tienen una estructura con la que durante años han sido pioneras en el futbol femenino”.
Otro referente es Inglaterra, que “tiene algo muy positivo, que es una muy buena relación entre su liga y su federación, algo que en España no pasa o no pasaba”.
En el debate con Gutiérrez participaron, entre otras, la directora general del club inglés de futbol Lewes Football Club, Maggie Murphy, la subdirectora general de la Unesco para las Ciencias Sociales y Humanas, Gabriela Ramos, o la directora de la división para la Igualdad de Género, María Begoña Lasagabaster.