El futbolista argentino Ángel Di María imploró paz para su Rosario natal tras el recrudecimiento de la violencia asociada al crimen organizado en esa ciudad de la provincia de Santa Fe.
“Pedimos paz”, expuso el jugador en una publicación en su cuenta de la red social Instagram, en la que puede verse el Monumento a la Bandera, el más emblemático de la localidad, junto a un lazo de luto.
El Fideo surgió de la cantera de uno de los equipos de la zona, el Rosario Central, y siempre se ha mostrado muy comprometido con los problemas tanto de su tierra como de la afición de ese club.
De hecho, el pasado diciembre el campeón del Mundo con Argentina en el Mundial de Catar 2022 demostró su compromiso con los Canallas, ya que salió a condenar los actos de violencia entre la Policía y los aficionados en los prolegómenos de la Final de la Copa de la Liga 2023 que ganó el conjunto rosarino frente al Platense porteño.
“Es una vergüenza que traten a la gente así. Hay mujeres y niños, gente grande. Y las tratan como perros. Es una vergüenza la organización y la policía que le pega a cualquiera”, afirmó entonces Di María.
Los seguidores sueñan con volver a ver al extremo del Benfica portugués jugando de nuevo en el Estadio Gigante de Arroyito, posibilidad que, según el exjugador de Real Madrid o Paris Saint Germain, siempre ha estado en su cabeza.
La tercera población más habitada del país sudamericano ha vivido en los últimos días un incremento de las víctimas de ataques de sicarios, con 4 asesinatos en una semana.
Este domingo fue asaltado un joven de 25 años mientras estaba en su puesto de trabajo en una gasolinera, convirtiéndose así en la cuarta víctima mortal de los últimos días, después de 2 taxistas y el conductor de un autobús, que fue malherido y falleció también este domingo.
Ninguno de ellos estaba relacionado con los grupos organizados, por lo que se excluyó como motivo cualquier posible ajuste de cuentas.
Los ataques fueron una respuesta de los grupos de narcotráfico que operan en la zona a las medidas de control en las cárceles al “estilo Bukele” puestas en marcha por el Gobierno de Santa Fe, con el apoyo del Ejecutivo nacional.