La situación de los humedales hondureños, la mayoría de los cuales están situados en zonas costeras, “es muy precaria”, advirtió el Centro de Estudios Marinos.
Los humedales están en peligro porque se localizan “en zonas costeras que son de interés para el desarrollo turístico”, explicó a la agencia informativa EFE el director ejecutivo de la ONG, Eduardo Rico.
Estas superficies de tierra planas, que se inundan de manera permanente o intermitente, también se ven amenazados por el suelo para la construcción de hoteles y viviendas, y por la extensión de los cultivos de palma africana.
El acelerado crecimiento del monocultivo de la palma africana -que fue introducida hace medio siglo- “viene presionando al ecosistema y cada día se pierden cientos de hectáreas”; en las zonas de humedales, señaló Rico.
Los humedales contribuyen a la captura de carbono
Pese al daño ambiental, Honduras cuenta con varios ecosistemas que están bajo la categoría de sitios Ramsar, que se refiere a los humedales designado como de importancia internacional según el Convenio sobre Humedales, conocido como la Convención de Ramsar.
Los humedales hondureños también contribuyen a conservar el carbono, incluido el carbono azul, que es el capturado por los sistemas oceánicos costeros.
La captura de carbono azul contribuye a la crianza de diversas especies de peces en lugares como el Golfo de Fonseca (situado en el océano Pacífico y que Honduras comparte con El Salvador y Nicaragua), que es el mayor humedal hondureño y uno de los amenazados por la expansión de la industria camaronera.
En cumplimiento de las directrices internacionales de conservación, “debemos tener un mayor compromiso de conservación y ejecutar acciones que contribuyan a mejorar o restablecer nuestro ecosistema”, enfatizó el director ejecutivo del Centro de Estudios Marinos.
El pasado 2 de febrero, Día Mundial de los Humedales, se activó en Choluteca, sur de Honduras, el Comité Nacional de Humedales, en el que participaban instituciones gubernamentales y organizaciones ambientalistas, y que permaneció inactivo durante los últimos 2 años.
La reactivación del Comité Nacional de Humedales contribuirá a tomar decisiones a nivel de país para la conservación y orientación de los recursos para conservar el ecosistema, destacó la ONG.
Este órgano público privado ha retomado su labor incorporando ahora también a representantes de comunidades afrodescendientes e indígenas, que desarrollan labores de conservación en las áreas de humedales.
“Eso da valor al empeño y al trabajo de estas comunidades”, enfatizó el director ejecutivo del Centro de Estudios Marinos.