El escritor checo Milan Kundera, uno de los más conocidos del siglo XX, falleció este miércoles 12 de julio en Francia a los 94 años, informó la emisora pública Radio Praga.
El prosista, dramaturgo y poeta, que desde los años 1980 escribía en idioma francés, alcanzó fama mundial con obras como La insoportable levedad del ser, La broma y El festín de la insignificancia.
El escritor, nacido el 1 de abril de 1929 en Brno, al sureste de la República Checa, vivía exiliado en Francia con su esposa Vera desde mediados de los años 1970.
En 1979, el entonces régimen comunista le retiró la nacionalidad checoslovaca, aunque dos años más tarde el entonces presidente galo, François Mitterrand, le concedió la nacionalidad francesa.
El primer éxito literario de Kundera fue El libro del amor ridículo en 1969.
Numerosos políticos de su país natal reaccionaron este miércoles a la muerte de Kundera.
El primer ministro checo, el conservador Petr Fiala, destacó que el autor “fue capaz de alcanzar generaciones de lectores en todos los continentes y logró fama mundial”.
“Tuvo que abandonar su país por motivos políticos. Dejó tras de sí no sólo una notable obra de ficción, sino también una importante obra de ensayo. Nuestro más sentido pésame a su esposa Vera”, agregó el jefe de Gobierno checo, actualmente en la cumbre de la OTAN en Vilna.
Por su parte, el exprimer ministro Andrej Babis, quien había apoyado activamente devolverle la nacionalidad checa al autor, dijo en declaraciones a la prensa local que recuerda a Kundera como “una persona magnífica” que con su obra le dio “fama a la República Checa como ninguna otra persona”.
Tomas Kubicek, director de la Biblioteca Nacional de Brno, que alberga la biblioteca personal del autor, destacó en declaraciones a la radio pública que Kundera “estaba sin duda entre los escritores más importantes del Mundo”.
“Eso se muestra por el mero hecho de haberse traducido su obra a 54 idiomas en 3 mil ediciones diferentes en todo el Mundo. Eso significa que los lectores han decidido que Kundera forma parte del canon de la literatura mundial”, concluyó Kubicek.