El yen rebasó este jueves la barrera de las 153 unidades por dólar en el mercado de divisas por primera vez en 34 años, por la creciente especulación sobre una mayor ampliación de la diferencia de tipos de referencia entre Japón y Estados Unidos.
El billete verde se intercambiaba en torno a 153.24 yenes hacia las 6 de la madrugada hora local, niveles no registrados por la divisa japonesa desde junio de 1990.
Esta nueva depreciación del yen, que viene registrando en los últimos años un progresivo abaratamiento que ha generado preocupación en el país, se produce después de que se dieran a conocer datos de inflación estadounidense, que se sumaron a las expectativas de que la Reserva Federal (Fed) podría retrasar los recortes de las tasas de interés.
La tasa de inflación en Estados Unidos volvió a subir este mes de marzo y creció 3 décimas, hasta el 3.5%, una subida que confirma la visión de Fed de que no será fácil doblegarla hasta el 2% y que podría retrasar las bajadas de tipos de interés.
El yen pasó después de este anuncio de cotizar a 151.84 durante la tarde del miércoles en Tokio a los 153.14-24 durante la madrugada del jueves.
“Ha sido el movimiento de una noche. Preferimos no comentar si se trata de un movimiento excesivo o no”, reiteró hoy a los medios el viceministro japonés de Finanzas, Masato Kanda, y principal responsable en cuestiones de divisas.
Kanda señaló, no obstante, que si se consideran los movimientos desde el inicio del año, estos han sido “muchos”.
En septiembre de 2022, el Gobierno japonés llevó a cabo la primera intervención sobre la divisa desde 2011 dirigida a sostener el valor de la moneda nacional y la primera que involucró compra de yenes desde 1998.
Esta caída del yen se venía asociando con la divergencia entre las subidas de tipos de interés que se han sucedido en Estados Unidos y la política monetaria del Banco de Japón (BoJ), que mantiene la tasa de referencia en terreno negativo y se ha mostrado partidario de mantener sus medidas de estímulo ultraflexibles.
Este martes, sin embargo, el BoJ decidió subir los tipos de interés de referencia a corto plazo hasta el 0.1%, la primera medida de este tipo en 17 años, además de retirar otros de los estímulos que aplicaba dentro de su amplio programa de flexibilización monetaria.
Un yen débil beneficia a la facturación en el extranjero de las empresas japonesas, que ven infladas sus remesas al repatriarlas y mejora la competitividad de sus productos, pero también repercute negativamente en las cuentas nacionales al encarecer las importaciones en un país altamente dependiente de ellas.
