Los primeros ministros de Canadá, Justin Trudeau, y Francia, Gabriel Attal, solicitaron durante su reunión bilateral en Ottawa la entrega de ayuda humanitaria a la población de la Franja de Gaza, pero evitaron pedir un alto el fuego o criticar Israel.
En un comunicado, condenaron “los ataques terroristas de Hamas contra Israel del 7 de octubre y solicitaron la liberación inmediata de todos los rehenes”, además de subrayar la “importancia de asegurar que los civiles de la Franja de Gaza tengan acceso” a ayuda humanitaria.
Trudeau y Attal también reiteraron su apoyo a la solución de 2 estados para asegurar una paz duradera en la región, pero a diferencia de países como España o Irlanda, Canadá y Francia no señalaron su apoyo al reconocimiento unilateral de Palestina.
Durante una rueda de prensa tras la reunión, Attal defendió el acuerdo de libre comercio entre Canadá y la Unión Europea, conocido como CETA, en vigor de forma provisional desde hace 6 años, pero cuya ratificación está siendo bloqueada en el Senado francés ante las protestas de los agricultores franceses.
Attal defendió el pacto al señalar que desde su entrada en vigor el comercio bilateral entre Francia y Canadá ha crecido un 33% y vinculó la oposición del Senado de su país a las próximas elecciones europeas.
Uno de los resultados concretos de su visita a Canadá, la primera que realiza fuera de Europa desde su nombramiento como primer ministro francés en enero de este año, ha sido la firma de un acuerdo entre los 2 países para fortalecer su cooperación contra los incendios forestales y el cambio climático.
Fruto del acuerdo, Francia anunció este jueves la compra a Canadá de 2 hidroaviones De Havilland para la extinción de incendios y dijo que está contemplando nuevas adquisiciones para renovar su flota de aviones anfibios.
El año pasado, Francia envió a Canadá un numeroso contingente de bomberos para ayudar a combatir las llamas durante la peor temporada de incendios forestales de la historia del país norteamericano.
Attal, que llegó a Canadá en la noche del miércoles, tiene previsto viajar este jueves a la provincia francófona de Quebec, donde mantendrá reuniones hoy y mañana con representantes del Gobierno provincial.
Ante una pregunta sobre si Francia tiene una política de no injerencia en Canadá con respecto a Quebec, se mostró evasivo y se limitó a señalar que a veces “una implicación excesiva es peor que la indiferencia”.
El movimiento independentista de Quebec se reavivó en la segunda mitad del siglo XX tras la histórica visita que en 1967 realizó el entonces presidente francés, Charles de Gaulle, a la antigua colonia francesa y durante la que proclamó “Vive le Québec libre!” («Viva el Quebec libre»).
Tras la visita de De Gaulle, Quebec celebró dos referendos de independencia, uno en 1980 y el último en 1995. En el primero, los partidarios de la separación de Quebec obtuvieron el 40.4% de los votos, y en el segundo ese porcentaje subió al 49.42%.