Una combinación iniciada por el mexicano Santi Giménez y culminada por el brasileño Igor Paixao dio el decimocuarto título de la Copa de los Países Bajos al Feyenoord, que frustró al Nimega (1-0), con otra Final perdida, en un duelo que estuvo cerca de media hora suspendido por el lanzamiento de bombas de humo desde la grada al terreno de juego.
Con el choque igualado, el árbitro optó por detener el juego en el estadio De Kuip de Rotterdam, plagado de humo y en una situación peligrosa que requirió la presencia de los bomberos.
El choque se reanudó casi media hora después y pudo completarse el encuentro, que se definió a la hora de juego. Giménez recibió el balón dentro del área, se dio media vuelta, vio a su compañero bien colocado y le envió el balón. Paixao, de primeras, disparó raso, pegado a un palo, y el balón alcanzó la red.
El Feyenoord mantuvo el tipo a pesar de quedarse con 10 jugadores en el minuto 73 por la expulsión de Yankuba Miteh. El Nimega buscó la reacción, pero no tuvo acierto.
El cuadro de Rotterdam hizo valer su experiencia. Afrontaba su decimoctava final, la primera desde que logró el título en 2018. Amarró su decimocuarto trofeo de la Copa de los Países Bajos.
Fue otra mala noticia para el Nimega, que no tiene título alguno. Disputó su quinta final, pero, como ocurrió en las 4 anteriores, se marchó de vacío.