Las ventas de coches eléctricos siguen aumentando este año gracias una vez más al tirón en China, donde más de la mitad de los modelos son ya más baratos que los de combustión y, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), podrían rondar los 17 millones en el mundo, más del 25% del total.
En su informe anual sobre los vehículos eléctricos, la AIE señala que durante el primer trimestre sus matriculas han subido un 25% respecto al mismo periodo de 2023, cuando se vendieron un total de 14 millones de coches eléctricos, lo que supuso una cuota de mercado del 18% a nivel global.
De continuar durante el resto del año esa tendencia, auspiciada por la competencia entre fabricantes, por la caída de los precios de las baterías y de los coches en general y por las medidas públicas de apoyo, la cuota de mercado en China alcanzará el 45%, un 25% en Europa y un 11% en Estados Unidos.
El pasado año, el gigante asiático representó un 60% de las ventas de vehículos eléctricos, Europa un 25% y Estados Unidos un 10%. Es decir, que estos 3 mercados siguieron acaparando la práctica totalidad, cuando en realidad su peso en las matriculaciones mundiales de coches era del 65%.
Los autores del informe hacen una serie de proyecciones a más largo plazo y, en particular, calculan que sólo con que se mantuvieran las políticas actuales, la mitad de los coches matriculados en el mundo en 2035 serían eléctricos.
Los eléctricos, dos tercios de las ventas en 2035
Si en lugar de eso se cumplieran plenamente los objetivos que los países se han marcado en términos de acción climática y de transición energética, ese porcentaje subiría a los 2 tercios y las consecuencias serían más que significativas también para el mercado petrolero.
En ese escenario de rápido desarrollo de las motorizaciones eléctricas en lugar de las de combustión, se podría evitar el consumo de hasta 12 millones de barriles de petróleo al día, es decir más del 10% del total mundial actual.
Eso a su vez supondría una reducción de las emisiones de efecto invernadero, siempre que la electricidad se generara con fuentes renovables.
Una de las principales claves del avance de los coches eléctricos es su competitividad respecto a los de combustión en términos de precios.
La AIE estima que en China más del 60% de los modelos ya eran el pasado año más baratos que sus equivalentes con motores de combustión.
Sin embargo, en Europa y en Estados Unidos, seguían siendo de media entre un 10 y un 50% más caros.
Uno de los motivos que lo explica es que, en esos 2 mercados, los coches eléctricos que se comercializan son por lo general modelos grandes, camionetas o deportivos, lo que tira de los precios hacia arriba.
Pero las cosas en Europa y Estados Unidos pueden ir cambiando porque los constructores chinos llevan ventaja en estas tecnologías y fabricaron la mitad de los coches eléctricos vendidos en el mundo en 2023.
Los fabricantes chinos amenazan la hegemonía occidental
Sacando partido de su amplísimo mercado interior y de las instalaciones de producción que han creado, especializadas en modelos más asequibles, las perspectivas de los fabricantes chinos para exportar son muy grandes, lo que pone en peligro la hegemonía tradicional de los fabricantes estadounidenses, europeos e incluso de otros países asiáticos avanzados como Japón.
Por lo que respecta a las baterías, que pueden suponer en torno al 40% del costo de un coche eléctrico, China es también el principal proveedor mundial, aunque los precios se están homogeneizando por todo el Mundo conforme ese producto ha pasado a convertir en una materia prima básica para la industria automovilística mundial.
El pasado año, los precios de los metales críticos utilizados para las baterías, que se habían encarecido un 7% en 2022, disminuyeron cerca del 14%. Además se espera que la innovación tecnológica permita continuar ese descenso. Por ejemplo, las baterías de sodio-ión podrían costar un 20% menos que las de litio.
Otro gran reto para la expansión del coche eléctrico planteado por la agencia en su informe es el de los puntos de recarga eléctrica de uso público, que sólo en 2023 aumentaron un 40% en el Mundo, y en particular los de recarga rápida.